¿Escogidos o elegidos o qué?

Q

Viernes 12 de enero de 2024

P: Tengo dificultad en separar el pueblo escogido de Dios y los elegidos de Dios. Siempre he creído que Israel es el pueblo “escogido” de Dios, pero cuando llegamos a versículos como acortando el tiempo para los elegidos en Mateo 24 me confundo un poco. ¿Es Israel tanto los “escogidos” como los “elegidos” y si eso es así, una persona cristiana se identifica con ellos? Pregunto esto porque encuentro casi imposible convencer a creyentes post tribulación que los versículos en Mateo 24 son solamente para Israel y la 2da venida, y no sobre rapto de la Iglesia. ¿Hay alguna forma de convencerlos con la escritura que muestre claramente que Jesús estaba hablando de Israel y no de la iglesia?

A

R: En el Antiguo testamento la palabra hebrea traducida “elegidos” (8 veces) también se traduce “escogidos” (4 veces) y se refiere tanto a Israel como al Mesías.

En el Nuevo testamento la palabra griega traducida “elegidos” (16 veces) también se traduce “escogidos” (7 veces) y se puede referir a los creyentes en la Tierra, a los creyentes en el Cielo, la Iglesia, Jesús, y ciertos ángeles.

Esto nos dice que la persona o las personas a las que la Biblia se refiere cuando se usan estas palabras, tiene que determinarse por el contexto en que aparecen. En Mateo 24:22 vemos la palabra “elegidos” que se refiere a los creyentes en la Tierra, mientras que en Mateo 24:31 la misma palabra se refiere a los creyentes en el Cielo, pero en ninguno de los dos casos se pueden identificar con la Iglesia.

Mostrar que Mateo 24 se refiere a Israel puede hacerse señalando que el Señor nunca mencionó a la Iglesia allí, pero sí mencionó a la gente en Judea (Israel), el Templo (Israel), el viaje durante el Sabbath (Israel), y una advertencia en contra de ser engañados por falsos cristos (Israel).

También, Su frase “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” en Mateo 24:13 no puede aplicarse a la Iglesia porque nuestra salvación queda garantizada desde el momento en que creímos (Efesios 1:13-14).

Todo ese capítulo fue dedicado a Israel ante la respuesta del Señor a las tres preguntas de Mateo 24:3. Cuándo sucederán estas cosas (la destrucción del Templo y de Jerusalén), cuál será la señal de tu (2da) venida, y el fin del siglo, (la conclusión de la profecía de las setenta semanas de Daniel). Todos estos eran de gran importancia para Israel.

En todos los evangelios usted no encontrará ninguna mención directa de la Iglesia, ni del rapto de la Iglesia, porque Jesús nunca habló de esas cosas. Las pocas insinuaciones que podemos ver de ellas solamente son claras para nosotros porque ya conocemos acerca de la Era de la Iglesia y del rapto.

Por consiguiente, no es acertado asumir su inclusión en Mateo 24. Aun después de Su resurrección los discípulos todavía esperaban que Él restaurara el Reino a Israel en ese momento (Hechos 1:6), y la doctrina del rapto le era desconocida a la primera Iglesia hasta que Pablo la introdujo 20 años después de la resurrección en sus cartas a los corintios y a los tesalonicenses. La frase, “Escuchen, les digo un misterio” en 1 Corintios 15:51 significa que él les estaba revelando un secreto.

En resumen, colocar a la Iglesia en Mateo 24 requiere que alteremos el contexto del capítulo y que asumamos que Jesús estaba implicando algo que Él nunca enseñó específicamente esperando que los discípulos lo comprendieran más adelante.