El Espíritu Santo en Pentecostés

Q

Miércoles, 31 de mayo de 2017

P: Como parte de su respuesta a “¿Qué hizo que Pedro cambiara?»  usted con certeza señala que en Juan 20:21-23 los discípulos recibieron el Espíritu Santo directamente de Jesús. ¿Cómo se diferencia eso de los discípulos “siendo llenos del Espíritu Santo” en Pentecostés (Hechos 2:4) después de la ascensión de Jesús? Si ellos ya habían recibido el Espíritu, ¿por qué se les envió de nuevo?

A

R: Hay tres palabras diferentes usadas en la Biblia para describir la relación entre personas creyentes y el Espíritu Santo. Antes de la cruz Él se describía como que estaba “con” ciertas personas. Después Él era sellado “en” los creyentes. Y leemos que el Espíritu Santo “viene sobre” ciertas personas también. Esta venida sobre nosotros es un empoderamiento especial temporal diseñado para llevar a cabo un objetivo específico. Eso fue lo que sucedió con los discípulos en Pentecostés.

El Espíritu Santo, el cual había estado con los discípulos durante su tiempo con el Señor (Juan 14:17) y en ellos desde la resurrección (Juan 20:21-22) vino sobre ellos para capacitarlos a hablar en lenguas que podían ser entendidas por personas extranjeras entre ellos para que todos los presentes pudieran entender su mensaje (Hechos 2:1-4).

Esta misma “venida sobre” se usa para describir cómo fue que los invitados de Pedro pudieron manifestar el don de lenguas en Hechos 10:44 y cómo los 12 hombres que Pablo bautizó en Hechos 19:6-7 demostraron tener la misma habilidad. En ambos casos el objetivo era demostrar que el Espíritu Santo les fue dado a los gentiles.