Lunes 21 de septiembre de 2020
P: ¿Qué se puede decir de Isaías 5:22, que dice “Ay de los que son valientes para para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida?” Respecto a eso, ¿está prohibido el alcohol?
R: Usted ha sacado este versículo de un largo discurso contra los desobedientes. Una señal de su desobediencia es beber en exceso y luego alardear de ello. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento advierten contra la embriaguez, pero ninguno prohíbe beber por completo.
En Deuteronomio 14:22-26 el Señor autorizó a los que vivían a una gran distancia de Jerusalén a cambiar los animales, el grano y otras cosas que habían apartado como diezmo por dinero antes de venir a la fiesta anual de los tabernáculos. Una vez en Jerusalén, debían usar ese dinero para comprar comida para la celebración. En el versículo 26 Él dijo que podían comprar lo que quisieran, incluso ovejas, ganado y vino u otra bebida fermentada. Si se prohíbe el uso del alcohol, ¿por qué les permitiría usar el dinero del diezmo para comprar alcohol para beber en la fiesta?
Y en el Nuevo Testamento Jesús dijo que los líderes religiosos afirmaron que Juan el Bautista estaba poseído por un demonio porque no bebía, pero condenaron a Jesús como borracho porque sí lo hizo (Mateo 11:18-19). Jesús también convirtió el agua en vino durante las bodas de Caná (Juan 2:1-10). Si Dios prohíbe el uso de las bebidas alcohólicas, ¿por qué el Hijo de Dios haría vino para que bebieran los invitados a la boda?