Martes 13 de diciembre de 2022
P: He estado casada con el mismo hombre durante 21 años, y tenemos dos hijos. Durante todo este tiempo, en su mayor parte, yo he sido la principal aportadora de la casa. Durante largos períodos de tiempo, el más largo es de 4 años, mi esposo no ha trabajado.
No es que él no trabaje como tal, pero no es el tipo de persona que sale y busca constantemente hasta que encuentra un trabajo, siempre espera que el trabajo venga a él, a través de miembros de la familia, etc. Ambos somos creyentes y lo hemos sido desde que éramos niños. Por lo tanto, no entiendo cómo un hombre se puede sentar en casa día tras día, mientras su esposa se levanta todos los días y se va a trabajar para que la familia pueda comer y tener un techo sobre sus cabezas. Nunca entenderé cómo él puede verme luchar tanto para mantenernos a flote financieramente, mientras se sienta y no hace nada.
Estoy cansada de recibir muy poco a manera de un amor amable y cariñoso. Básicamente, me trata como a un compañero de cuarto, excepto que no me ayuda con el alquiler y los comestibles. Entiendo lo que dijo Cristo sobre las razones bíblicas para el divorcio, pero ¿esperaría Él que yo mantuviera esta farsa y que mantuviera cuidando financieramente a alguien que claramente tiene la capacidad de levantarse del sofá y conseguir un trabajo y ayudarme?
R: Esto es lo que dice la Biblia.
“Porque si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, niega la fe y es peor que un incrédulo. (1 Timoteo 5:8)
“Cuando estábamos con ustedes, también les ordenamos esto: «Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma.»” (2 Tesalonicenses 3:10)
Si usted se divorcia o no, es un asunto entre usted y el Señor, pero ciertamente usted no está obligada a mantenerlo. Parece que en su corazón él la dejó desde hace mucho tiempo y no está actuando como un esposo en ningún sentido de la palabra. Dígale que es hora de que se ponga en forma o que se marche.