Viernes 30 de octubre de 2020
P: En nuestro servicio dominical decimos la “Oración del Señor”. Las palabras han sido cambiadas a “perdónanos nuestros pecados como también nosotros perdonamos a quienes pecan contra nosotros.” ¿Es pecado igual a infracción? Yo sé que yo debo perdonar a otras personas que me hacen daño pero, ¿estoy perdonando pecados o infracciones? Gracias por ayudarme.
R: Esta es la respuesta simple. En la versión Reina Valera 1960 de Mateo 18:21 Pedro preguntó cuántas veces debe perdonar a un hermano que peca en su contra, y en Lucas 17:3-4 Jesús dijo que si un hermano pecare contra nosotros debemos perdonarlo. La palabra “infracción” no se usa en la Biblia VRV 1960. Es la palabra “pecado” la que aparece.
Y ahora el resto de la historia. El Antiguo Testamento usa dos palabras más para pecado, la otra siendo iniquidad. La palabra hebrea para pecado significa perder la meta o el camino del derecho y el deber. La palabra infracción (trespass en inglés) significa rebelarse o una revuelta. Iniquidad significa perversidad o depravación, y viene de una raíz que significa torcer o distorsionar.
Después que David cometió adulterio con Betsabé y maquinó la muerte de su esposo, él usó las tres palabras hebreas en su confesión a Dios, pero entonces dijo, “Contra ti, contra ti solo he pecado.” (Salmo 51:4).
El punto es que los pecados son violaciones a las leyes de Dios, por eso es que cuando pecamos, pecamos en contra de Él. Podemos tratar mal a otra persona, podemos hacerle daño u ofenderla, e incluso matarla, pero cuando lo hacemos estamos pecando en contra de Dios.
En la oración del Señor de Lucas 11:2-41 Lucas escogió una palabra griega similar a la palabra hebrea para pecado cuando escribió, “Perdónanos nuestros pecados” pero cuando escribió la frase que traducimos como “así como perdonamos a aquellos que pecan en contra nuestra” él usó una palabra que literalmente significa “como a nuestros deudores” lo cual no es normalmente usado en relación con el pecado.
Mateo usó una forma de la misma palabra en su narración (Mateo 6:9-13), simplemente diciendo, “perdona nuestras deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores.”
En mi opinión, cuando escribieron la oración del Señor, Mateo y Lucas estaban siendo fieles al concepto del Antiguo Testamento de que cada vez que pecamos, no importa quién es el objeto de nuestra acción, estamos pecando en contra de Dios, y debemos poner las cosas en orden con Él.
Perdonando a una persona que nos ha hecho daño está más en el nivel de perdonar una deuda, porque solamente Dios puede perdonar los pecados. En otras palabras, el que perdonemos a otras personas es un acto de generosidad espiritual, no una restauración espiritual.