Jueves 7 de marzo de 2024
P: Estoy escribiendo porque estoy algo perplejo desde hace algún tiempo por el asunto de aquellos que profesan a Cristo como Salvador pero su comportamiento es inconsistente con el de una persona que tiene al Espíritu Santo dentro de sí. No es que yo los juzgue porque yo soy un pecador perdido, pero yo veo en la iglesia una y otra vez a aquellos que han clamado el nombre del Señor pero muestran poca evidencia del poder y la influencia del Espíritu. ¿Es posible clamar el nombre de Jesús como Salvador y no ser salvo? Yo veo en 2 Pedro 2:1 que existen falsos profetas/maestros quienes niegan al Señor que los compró con Su sangre.
R: La gente puede decir lo que quiera. Especialmente en la pasión del momento, y desafortunadamente parece que hay muchos que se llaman a sí mismos cristianos y su vida no aparenta haber cambiado mucho. ¿Fueron sinceros cuando profesaron sus creencias? Sólo el Señor lo sabe. Pero afortunadamente Él sabe que nosotros no tenemos que preocuparnos por ellos. Él traerá a luz los motivos escondidos dentro del corazón de las personas. “Así que no juzgues nada antes de tiempo” (1 Corintios 4:5).
Si lee Juan 3:16 con cuidado, usted verá que Jesús murió por todos. Solamente que muchos no lo aceptan. Por eso, es que 2 Pedro 2:1 explica lo que son los falsos maestros. Su muerte los puede perdonar si ellos lo permiten. Pero al contrario ellos esparcen false doctrina y en el proceso no sólo no se salvan a sí mismos, sino que guían a otros por ese camino equivocado. El destino que Pedro describe para ellos no es agradable.