Evangelio de la prosperidad

By Jack Kelley Acerca de los 2 minutos de lectura
Q ?Cree usted que la Biblia predica prosperidad, que lo que uno dice es lo que obtiene, como reclamar una herencia, etc.? Tengo un amigo que asiste a una iglesia que ensena que si necesitamos algo, solamente tenemos que pedirselo a Dios. Pero dice que tenemos que pedirlo en voz alta para poder recibirlo. Dice que al pedirlo en voz alta podemos hacer que se haga realidad de la misma manera como Dios pronuncio la palabra y fue la creacion. ?Usted cree en eso?
A Yo creo que la Biblia nos ensena que tenemos que tener fe en que Dios va a satisfacer nuestras necesidades. Mateo 6:25-34 nos dice que si buscamos primero Su Reno y Su justicia, El nos proveera todo lo que necesitamos. Pablo lo confirmo en Filipenses 4:19 cuando dijo, «mi Dios suplira todo lo que les falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesus.»

Y el rey David dijo que si nos deleitamos en el Senor, El nos dara las peticiones de nuestro corazon (Salmo 37:4).

Yo no creo que eso necesariamente signifique que El va de inmediato a darnos nuestros mas locos deseos, como si El fuera algun genio dentro de una botella. Despues de todo, El es el que saca a la luz lo que esta oculto y expone los motivos de nuestro corazon (1 Corintios 4:5). El sabe si tenemos una necesidad legitima o si solamente estamos siendo egoistas o inmaduros.

Hay distintos grupos que promueven formulas diferentes las cuales de acuerdo a ellos haran que Dios haga las cosas por ellos, pero mi relacion con El es tal que yo no siento la necesidad de usar ninguna de esas formulas. Yo se que el busca oportunidades para dar buenas dadivas a Sus hijos (Mateo 7:11) y me siento comodo al simplemente colocar mis necesidades ante El para que el haga como le parezca mejor.

Jesus dijo, «Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia» (Juan 10:10). Una vez que estoy de acuerdo en que El me muestre lo que El quiso decir con vivir en abundancia, es que empiezo a sentir una vida mucho mas satisfactoria que la que yo haya querido edificar por mi mismo.