Martes 8 de noviembre de 2022
P: Con respecto a la advertencia de no juzgar a otros en Mateo 7:1-2. Pablo dijo que no debemos socializar con los pecadores, ¿entonces no es eso juzgar? ¿No es su destino eterno, sino sus acciones? Muchas gracias por su ayuda.
R: La palabra griega traducida juzgar en Mateo 7:1-2 significa pronunciar juicio o tomar una determinación acerca de alguien. En 1 Corintios 5:9-11 Pablo escribió:
“Por carta ya les he dicho que no se junten con esos libertinos. Y no me refiero a que se aparten del todo de los libertinos mundanos, o de los avaros, o de los ladrones, o de los idólatras, pues en ese caso tendrían que salirse de este mundo. Más bien les escribí que no se junten con los que se dicen hermanos, pero son libertinos, avaros, idólatras, insolentes, borrachos y ladrones. Con esa gente, ni siquiera coman juntos.”
La advertencia de Pablo de no asociarse con personas creyentes que exhiben ciertos tipos de comportamiento no se dio con la intención de juzgarlos. Es una aplicación de la teoría de “una manzana podrida arruina todo el canasto” que pretende protegernos. Al evitarlos, nos alejamos de una fuente de tentación que podría comprometer nuestros propios estándares.
Cuando una persona casada rechaza una invitación de amigos para pasar una noche con ellos en un bar, uno no los está juzgando. Más bien, uno está evitando una situación que podría tentarlo a hacer algo que no debería hacer.