Fantasma Santo y Espíritu Santo

Q

Martes 21 de mayo de 2024

(NOTA: Este título parecerá raro o cómico, pero la Biblia King James en inglés usa más la palabra “Ghost” (en español fantasma) para referirse al Espíritu Santo (Holy Ghost) que la palabra “Spirit” (Holy Spirit). En la Biblia en idioma español solamente se usa Espíritu Santo.)

P: Gracias de nuevo por la oportunidad de hacerle una pregunta a un buen profesor de Biblia. ¿Hay alguna diferencia entre Fantasma Santo y Espíritu Santo (Holy Ghost and Holy Spirit)?

Ejemplo:

Hechos 8:17. “Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo (Holy Ghost)”

Efesios 1:13. “También ustedes, luego de haber oído la palabra de verdad, que es el evangelio que los lleva a la salvación, y luego de haber creído en él, fueron sellados con el Espíritu Santo (Holy Spirit) de la promesa.”

Si son el mismo, ¿por qué tuvieron que imponer las manos para recibirlo en una ocasión, y solamente tuvieron que creer en la otra ocasión?

Muchas gracias por su tiempo y que Dios lo bendiga aún más.

A

R: El término “Holy Ghost” se utiliza 90 veces en la Biblia King James (KJV) en inglés, mientras que “Holy Spirit” se utiliza 7 veces. Las palabras griegas y hebreas son la misma en todos los casos. Nadie puede explicar por qué los traductores de la KJV eligieron el uso de un término en un caso y el otro en el otro caso.

En Hechos 8 las personas creyentes en Jerusalén tenían en mente la pregunta de si los samaritanos habían comprendido completamente la fe cristiana, a pesar de que Felipe les había predicado el Evangelio y los había bautizado en nombre de Jesús. (El Felipe mencionado aquí era uno de los siete diáconos elegidos por los Apóstoles, y no el Apóstol que lleva el mismo nombre.)

Algunas personas concluyen que solamente los Apóstoles podían impartir el Espíritu Santo en ese tiempo y por eso es que Pedro y Juan fueron enviados a imponerles las manos a ellos.

Otras personas contienden que la relación con Simón el Mago pone en duda lo legítimo de sus bautismos. Simón era considerado por la primera iglesia como un archi hereje, el padre de lo que llegó a conocerse como el error gnóstico.

Ya sea que estas opiniones revelan lo que estaba detrás del asunto samaritano o no, los Apóstoles estuvieron lo suficientemente preocupados como para enviar a Pedro y a Juan a asegurarse que sus conversiones fueron  legítimas.

En cualquier caso, Pablo más tarde aclaró el asunto a los creyentes en sus cartas a los Efesios (Efesios 1:13-14), los Corintios (2 Corintios 1:21-22) y los Gálatas (Gálatas 3:2). Cuando oímos el Evangelio y creemos en él, el Señor nos marca con un sello, el Espíritu Santo de la promesa. Nada más se requiere.