El primero es un ejemplo negativo acerca de una persona creyente hipotetica que mira que un hermano o hermana esta en una necesidad desesperada y pretende no darse cuenta de ello. Eso es una violacion al mandamiento del Senor de amarse unos a los otros, e indica que la fe de esa persona no es genuina. Ese tipo de actitud se mostro en la parabola del Buen Samaritano en la cual tanto el sacerdote como el levita ignoraron al viajero necesitado (Lucas 10:30-37).
Luego Santiago mostro que los demonios creen en Dios pero eso no es suficiente para la salvacion, porque el resultado no es un cambio de manera de pensar acerca de la necesidad de un Salvador. Ellos creen que hay un Dios porque lo han visto, pero en sus acciones se rebelaron en contra de El.
El tercero es el caso de Abraham cuya fe era tan fuerte que prosiguio a sacrificar a su propio hijo, pues creia que Dios lo levantaria de los muertos (Hebreos 11:17-19). Abraham fue justificado por su fe (Romanos 4:3) pero cuando Dios lo llamo, el obedecio, completando asi su fe.
Y finalmente tenemos a Rahab que desafio a sus propios lideres y escondio a los espias judios en el poder de lo que ella habia escuchado acerca del Dios de Israel. Ella lo hizo creyendo que Dios la salvaria de la destruccion que se avecinaba sobre la ciudad de Jerico. Al final, la suya fue la unica casa que permanecio intacta (Josue 2 & 5).
Es lo que creemos lo que nos salva, no como nos comportamos (Efesios 2:8-9). Pero como alguien dijo, «Si lo que decimos que creemos no resulta en una accion, es dudoso que realmente lo creamos.» La verdadera fe se manifestara a si misma en obras guiadas por el Espiritu.