Fruto digno de arrepentimiento

Q

Martes 30 de junio de 2020

P: ¿Me podría explicar el mensaje que dio Juan el Bautista de “Producir frutos dignos de arrepentimiento”? ¿Se refiere eso más a la salvación o a una prueba de salvación? ¿Podría usted explicar el principio del arrepentimiento y su significado en la vida cristiana?

A

R: La palabra griega traducida arrepentirse significa un cambio en la manera de pensar. En el Nuevo Testamento se usa con más frecuencia en referencia a cambiar nuestra manera de pensar en relación a la necesidad de un Salvador que nos salve de nuestros pecados, como cuando Juan dijo, “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 3:2). Él estaba diciendo “Cambien su manera de pensar y admitan que necesitan un Salvador mientras todavía hay tiempo.”

Los líderes religiosos judíos creían que ellos eran salvos por su propia justicia, la cual provenía de su obediencia a la Ley. Ellos no creían que necesitaban de alguien más para salvarlos de sus pecados porque no se consideraban pecadores.

Cuando Juan les dijo que produjeran fruto digno de arrepentimiento (Mateo 3:8) él les estaba diciendo que cambiaran de manera de pensar y admitieran que no podían salvarse a sí mismos y que necesitaban un Salvador.

Entonces ellos podían empezar a mostrarles a los demás que necesitaban cambiar su manera de pensar acerca de su salvación también. Eso es lo que Juan tenía en mente cuando dijo de producir fruto digno de arrepentimiento.

Necesitamos recordar que la salvación no es un evento de producir fruto. La misma no tiene impacto sino solamente sobre nosotros. Producir fruto sucede después que somos salvos conforme influenciamos a los demás para que lleguen a la fe por medio de los cambios que ven en nosotros.

Por cambios no quiero decir tener una actitud de “soy más santo que tú” como algunas personas cristianas lo muestran. Después de ser salvo, nadie se me acercó maravillándose por lo santo que yo era, y pidiéndome que les ayudara a alcanzar esa santidad.

Pero muchas personas mencionaban lo feliz que yo parecía ser, y cómo había encontrado paz en mi vida. Eso es lo que a esas personas les faltaba en sus vidas y por eso es que deseaban encontrar ayuda.

Jesús dijo, “Vengan a mí todos ustedes, los agotados de tanto trabajar, que yo los haré descansar” (Mateo 11:28).