Lunes, 10 de abril de 2017
P: Cuando escucho la descripción de la golpiza física, del dolor, etc., de Jesús me disgusto mucho al punto de no querer escuchar eso y lloro por ello. ¿Eso está mal de mi parte, o debo continuar escuchando?
R: El nivel de dolor que Jesús sufrió por nosotros es imposible imaginarlo. Muchas personas que están lo suficientemente familiarizadas con los detalles de Su sufrimiento, los han llevado a derramar lágrimas con solamente pensar en ello. Pero el conocer esos detalles nos ayudan a entender cuánto amor fue necesario para salvarnos.
Usted no tiene que ir más allá para albergar Su sufrimiento, como tampoco usted debe de manera intencional tratar de evitar oírlo, a pesar de que usted no puede prevenir romper en llanto. Para nosotros es importante recordar que no había otra forma con la que pudiéramos ser aliviados del castigo por nuestros pecados.
Algo que puede ayudarnos a entender cómo fue que Él pudo haber estado de acuerdo con eso, es echarle un vistazo a Su perspectiva del asunto. Hebreos 12:2 nos dice, “Por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz.”
Nosotros no podemos pensar que “gozo” y “cruz” pertenezcan a la misma frase. Pero el conocimiento de que Él estaba pagando el precio por Su desposada le pudo dar ese gozo, e hizo que soportar la cruz fuera algo que valía la pena hacer.
Significa que Él tenía Sus ojos puestos en nosotros durante todo ese tiempo, y cuando Él dijo “Consumado es” (Juan 19:30) Él también tuvo la intención de decir “Pagado totalmente.” Fuimos hechos Suyos para siempre.