¡Hágalo ahora!

Q

Jueves 4 de marzo de 2021

P: Esta mañana estaba leyendo el evangelio según Lucas y tengo una pregunta para usted. En Lucas 13:4 Jesús menciona que la torre de Siloé cayó y mató a 18 personas. Nunca antes había oído eso. ¿Me podría dar más detalles sobre eso si tiene tiempo?

A

R: En tiempos del Señor había un evento reciente que estaba en la memoria de todos. Era el accidente en una construcción que había causado la muerte de 18 personas en Jerusalén.

Jesús dijo que esos 18 trabajadores no eran más pecadores que cualquier otra persona en Jerusalén. Pero murieron sin previo aviso, y a menos que fueran salvos, sus oportunidades de recibir la salvación habían terminado abruptamente.

Luego Él dijo, “Y si ustedes no se arrepienten, también morirán como ellos” (Lucas 13:5). Su punto era que lo mismo nos puede suceder a cualquiera de nosotros, así que a menos que cambiemos nuestra manera de pensar y admitimos que somos personas pecadoras que necesitamos un Salvador, también pereceremos.

Nunca podremos saber qué es lo que el día de mañana trae. Si usted no está seguro o segura de su destino eterno, le animo a hacerlo ahora mismo. Pablo dijo, “En el momento oportuno te escuché; en el día de salvación te ayudé” (2 Corintios 6:2). Mañana puede ser demasiado tarde, porque ninguna persona tiene la garantía de tener un mañana.

Jesús hizo todo lo que pudo para hacer que usted tuviera un lugar en Su reino, aun muriendo en lugar suyo para que usted no tuviera que hacerlo. Pero hay algo que Él no puede hacer. Él no puede hacer que usted le pida que le salve.

Él dijo, “Pidan, y se les dará, busquen, y encontrarán, llamen, y se les abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, se le abre” (Mateo 7:7-8). El precio de la admisión suya a Su Reino ya ha sido pagado en su totalidad. Lo que queda por hacer es que usted pida ser admitido, y admitida.