En Jeremias 30:11 Dios dijo que el doble proposito de estos juicios era para disciplinar a Israel y para destruir a las naciones entre las cuales Israel fue esparcido. No tendria ningun proposito que El nos dejara aqui. Jesus nos ama tanto que El se entrego a Si mismo para hacernos una Iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino santa y sin mancha (Efesios 5:25-27). Nosotros no necesitamos ser disciplinados ni tampoco merecemos ser destruidos.
La Era de la Gracia no es uno de los pasos en la progresion del plan de Dios para la humanidad. Fue una desviacion de esa progresion y cuando termine, nunca mas habra algo ni remotamente parecido a eso otra vez. Pablo dijo que nosotros seremos el ejemplo de las incomparables riquezas de la Gracia de Dios en los siglos venideros (Efesios 2:7). Aun despues que termine la Semana 70 de Daniel y el Nuevo Pacto llegue a Israel, no sera como lo fue para nosotros. Y en todo el milenio habra un templo en operacion en Israel, con sacrificios diarios por el pecado y dias santos periodicos (Ezequiel 40-46), Las naciones gentiles seran requeridas a venir a Israel para las celebraciones anuales de la Fiesta de los Tabernaculos y seran castigadas las que no lo hagan (Zacarias 14:16-20). El Senor va a regir con puno de hierro y ninguna desviacion de Sus caminos sera tolerada (Salmo 2:8-12).
Debido a eso es que la Iglesia no puede estar en la Tierra cuando se reanuda la progresion de Dios con la Semana 70 de Daniel. Eso seria una perenne contradiccion de Sus requisitos para el resto de la humanidad. Al sacarnos del planeta en el rapto y trasladandonos a nuestro hogar permanente en la Nueva Jerusalen, se elimina la contradiccion que de otra manera nosotros presentariamos mientras nos preserva como el ejemplo de Su gracia.