Lunes 23 de mayo de 2022
P: He aceptado a Cristo como mi Salvador pero tengo problemas con la visión de que puedo continuar cometiendo adulterio, robar, asesinar, y lo que sea, y estar en el cielo con Él. ¿Fue Su muerte una licencia para que yo pueda hacer esas cosas y ser salvo, o puede Su espíritu vivir Su vida a través mío para que no haga todas esas cosas? ¿O de cualquier forma que me vaya, soy salvo?
R: Nuestra salvación está basada en lo que creemos, no en nuestro comportamiento, pero yo no sé de ninguna persona verdaderamente nacida de nuevo que crea que ahora tiene licencia para pecar. Lo que tenemos es la seguridad de saber que cuando pecamos (y mientras estemos en nuestro estado natural lo seguiremos haciendo) no estamos arriesgando la pérdida de nuestra salvación.
Una y otra vez somos advertidos de seguir la dirección del Espíritu Santo y cambiar nuestro comportamiento en señal de agradecimiento por lo que gratuitamente se nos ha dado. Esto es lo que Pablo quiso decir al animarnos a vivir de acuerdo con lo que ya hemos alcanzado (Filipenses 3:16).
Nuestros cambios de comportamiento agradan al Señor y así Él nos bendice con Su favor y dones de toda clase. Si no seguimos la dirección del Espíritu estamos comunicando tanto nuestra ingratitud como que nos estamos descalificando para estas bendiciones adicionales. Esto explica el por qué hay tantas personas cristianas que viven vidas derrotadas y sin fruto. Pero ya que nuestra salvación fue extendida como un regalo gratuito condicionado únicamente a nuestra fe para recibirlo (Efesios 2:8-9), somos salvos de todas maneras.