Interpretando versículos bíblicos

Q ?Es correcto tomar cualquier versiculo de la Biblia y aplicarlo a nosotros? Por ejemplo, yo tengo amistades que les gusta mucho Jeremias 29:11 y dicen que les da una gran esperanza. Pero si lo entiendo correctamente este versiculo fue escrito para Israel durante el cautiverio en Babilonia. Parece como si estas personas estan tomando un mensaje fuera de contexto y aplicandolo a ellas mismas en un esfuerzo para sentirse mejor. Yo se que hay versiculos en el Nuevo Testamento escritos para la iglesia gentil, pero ?pueden aplicarse todos los versiculos de la Biblia a cualquier persona?
A Esto es lo que Jeremias 29:11 dice, «Porque yo se los pensamientos que tengo acerca de ustedes, dice el Senor, pensamientos de paz, y no de mal, para darles el fin que ustedes esperan

Algunas personas cristianas tienen la tendencia de creer que los versiculos «buenos» en la Biblia son para ellas, pero los «malos» son para los demas. Yo creo que todo los versiculos que se presentan en un contexto general son para todos. Juan 3:16 o Filipenses 4:13 son buenos ejemplos de eso. Pero los versiculos que estan dirigidos a un grupo especifico no necesariamente son de una aplicacion general.

El contexto de Jeremias 29 concierne a los israelitas que estaban exilados en Babilonia. El Senor estaba reasegurandoles al prometerles traerlos de regreso y restaurarlos. En Jeremias 29:10 El dijo, «Cuando en Babilonia se cumplan los setenta anos, yo los visitare, y despertare sobre ustedes mi buena palabra, para hacerlos volver a este lugar.» Esto nos dice que el siguiente versiculo, Jeremias 29:11 era una promesa dirigida especificamente a ellos.

Dios si tiene planes para la Iglesia, pero esos planes no incluyen traernos de vuelta a un lugar especifico en la Tierra para prosperarnos y darnos un futuro alli. Pablo dijo, «Pero nuestra ciudadania esta en los cielos, de donde tambien esperamos al Salvador, al Senor Jesucristo; el cual transformara el cuerpo de la humillacion nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede tambien sujetar a si mismo todas las cosas» (Filipenses 3:20-21).