Lunes 31 de enero de 2022
P: Ref. 2 Corintios 13:1-10. Espero que todo esté bien y que por favor me pueda explicar lo que Pablo quiso decir “Esta vez no seré indulgente. Ustedes buscan una prueba de que Cristo… actúa por medio de mí.”… y… “Para no ser severo cuando esté entre ustedes, ciñéndome a la autoridad que el Señor me ha dado, que es para edificar y no para destruir.”
¿Qué es exactamente lo que Pablo puede hacer en su autoridad? ¿Y nosotros también tenemos esa autoridad en Cristo como Pablo la tuvo? Yo me doy cuenta de que en parte eso tiene que ver con que las personas pecan, pero pareciera que Pablo ha llegado al punto de ebullición de “no más gracia para ustedes, ahora es el momento del poder de Dios” ¡Este pasaje por alguna razón me recuerda de Clark Kent convirtiéndose en Superman!
R: La iglesia en Corinto había sido atacada por los maestros del gnosticismo quienes habían socavado seriamente la obra de Pablo allí (2 Corintios 11:4; 13-15). Muchas personas realmente no eran creyentes y habían sido influenciadas por esa enseñanza y estaban tratando de reincorporar las maneras del mundo en el cuerpo de Cristo. Pablo les estaba advirtiendo que se examinaran a sí mismos, porque su discernimiento no debería fallarles al determinar quiénes eran del Señor y quiénes no lo eran. Él podía exponer a quienes seguían esa mentira, pero él preferiría más usar sus dones espirituales para edificar en vez de destruir.
A algunas personas se les ha otorgado dones similares a los de Pablo y de manera inmediata pueden discernir la enseñanza falsa de la verdadera. Pero a diferencia de las personas en tiempos de Pablo, todos nosotros tenemos la palabra impresa de Dios, y fácilmente podemos comparar lo que oímos con lo que podemos leer. No debemos permitir que se nos extravíe como ellos lo hicieron.