La base de nuestra fe

Q

Viernes 25 de junio de 2021

P: Dios se reveló a Sí mismo a la gente del Antiguo Testamento por medio de cosas naturales (fuego, nube, arbustos ardiendo, etc.) En tiempos del Nuevo Testamento hasta el presente, pareciera que Dios ya no se revela a Sí mismo de manera sobrenatural. He oído que se ha dicho que Dios se ha revelado a Sí mismo en tres partes como la santa Trinidad. La primera fue Dios el Padre como lo sobrenatural, la segunda fue Dios el Hijo Jesús como un ser humano literal, y finalmente Dios el Espíritu como en el día de Pentecostés hasta ahora. Quizás es donde yo vivo o los tiempos (o quizás algo más) pero parece que cada vez es más difícil ver u oír a Dios. ¿Me podría decir lo que usted piensa sobre esto?

A

R: En tiempos del Antiguo Testamento la evidencia de la existencia de Dios era la base para tener fe en Él. La gente sabía que había un Dios porque Él de manera periódica enviaba señalas inconfundibles de Su presencia.

En la tarde del día de la resurrección del Señor, todos los discípulos, excepto Tomás, lo vieron. Tomás rehusó creer sus historias hasta que él personalmente no viera y tocara al Señor. Cuando lo, hizo, la semana siguiente, él se postró ante el Señor y lo, adoró. El Señor le respondió, “Tomás, has creído porque me has visto. Bienaventurados los que no vieron y creyeron” (Juan 20:29).

Con ello el Señor le indicó que en la era de la Iglesia la fe sería la base de nuestra creencia, en vez de la evidencia física. Debido a ello, la Iglesia es bendecida por encima de todas las personas creyentes, aquellas que Él ha escogido para mostrar las incomparables riquezas de Su gracia en los tiempos venideros (Efesios 2:7).

Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve” (Hebreos 11:1).