La confesión en público

Q

Miércoles, 14 de marzo de 2018

P: Yo le he confesado mis pecados a Dios y me he arrepentido y dolido por haber cometido pecados que yo bien sabía que eran pecado. Admito que él ya los conocía de todas maneras. Yo ciertamente entiendo confesarle el adulterio a un cónyuge porque él/ella es contra quien se pecó. ¿Pero qué hay de otros pecados como el aborto y la pornografía? ¿Usted se los contaría a otros miembros de su familia para confesarlos?

A

R: Después de haberse robado la esposa de Urías (Betsabé) y arreglar su muerte, David le dijo al Señor, “Contra ti, contra ti solo he pecado.” (Salmo 51:4).

Podemos hacerles mal a otras personas, y si lo hacemos, una disculpa puede ayudar a reconciliarnos con ellas, pero solamente pecamos en contra de Dios. Santiago dijo que confesáramos nuestros pecados unos a otros dentro del contexto de la oración en grupo para obtener sanidad (Santiago 5:16). Yo creo que él estaba hablando sobre una confesión general a Dios ante testigos para ser purificados de toda injusticia (1 Juan 1:9) y que nuestra oración no sea estorbada. Yo no creo que él quiso decir que debemos revelarle cada uno de nuestros pecados a las personas a nuestro alrededor.

Alguien dijo una vez que el pecado público requiere una confesión pública. Yo creo que eso quiere decir que si pecamos de una manera que llega a hacerse conocida y que avergüenza a nuestros seres queridos, o si un funcionario público peca de una forma que erosiona la confianza pública, entonces lo que vale es una disculpa en público. Pero como escribió David, el pecado es en contra del Señor.