La mayor derrota de Satanás

Q

Miércoles, 7 de agosto de 2019

P: En Mateo 16:21 Jesús les dice a sus discípulos que debe de ir a Jerusalén para morir y resucitar al tercer día. Siempre he entendido que Satanás debe de haber ignorado el hecho de que Jesús tenía que ser crucificado por nuestra salvación ya que otra manera él habría intentado con todo su poder que eso no sucediera. Si él oyó directamente de la boca de Jesús que eso sucedería, entonces ¿por qué no lo estaba impidiendo? Todos sabemos que los planes de Dios siempre triunfarán sobre los planes del hombre y de Satanás, pero me parece curioso que él ayudara a los líderes judíos en su furia en contra de Jesús.

A

R: Satanás sabía que Jesús estaba programado para morir. Cientos de profecías en el Antiguo Testamento y que son comprensibles aún para las mentes naturales, dejan eso en claro. Al ayudar a Israel a rechazar a Jesús como su Mesías Satanás creyó que él estaba maquinando una gran victoria porque eso significaba que ellos no permitirían que la muerte del Señor pagara por sus pecados. Los planes de Dios para salvar a Su pueblo habrían fracasado.

Lo que Satanás no sabía sino hasta que ya fue demasiado tarde, es que la muerte del Señor se aplicaría a toda la humanidad en todos los tiempos, ya sea para judíos o gentiles. Él no se dio cuenta de eso hasta que vio todos los pecados de la humanidad clavados en la cruz. Anteriormente, todos los sacrificios para el pecado solamente se aplicaban para el pasado. El sacrificio del Señor se aplicaría también a los pecados del futuro. En lo sucesivo todo lo que cualquier persona tenía que hacer es reclamar la muerte del Señor como pago por sus pecados para estar para siempre fuera del alcance de Satanás

Eso es a lo que Pablo se refería en Colosenses 2:13-15 cuando dijo,

Y a ustedes, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de su carne, les dio vida juntamente con él, perdonándoles todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.”

En 1 Corintios 2:6-8 Pablo le llamó a eso parte de la sabiduría oculta de Dios y dijo que si los gobernantes de esta era hubieran entendido eso, no habrían crucificado el Señor de la Gloria.