La naturaleza pecaminosa

Q

Miércoles 22 de febrero de 2023

P: ¿Adán y Eva tenían una naturaleza pecaminosa? ¿Qué les hizo ignorar la advertencia de Dios y escuchar a Satanás en su lugar?

A

R: Como todos los seres humanos, Adán y Eva fueron creados con libre albedrío, o agencia, que es la libertad de tomar decisiones por sí mismos, pero a diferencia del resto de nosotros, no tenían una naturaleza pecaminosa.

Satanás se aprovechó de su libertad para elegir. Él los engañó e hicieron lo único que Dios les había advertido que no hicieran (Génesis 2:16-17). En Génesis 3:13, Eva dijo que la serpiente la había engañado, lo que significa influir con engaño o truculencias. (La palabra hebrea traducida “serpiente” en Génesis 3:1 proviene de una raíz que a veces se traduce como “hechicero” o “encantador”).

Desde entonces, todos los seres humanos han tenido una naturaleza pecaminosa, la cual es una predisposición hacia el pecado. La naturaleza pecaminosa no es algo que nos permita pecar. Es algo que hace imposible que no pequemos y significa que todos estamos destinados a morir espiritualmente.

Pero podemos elegir nacer de nuevo creyendo que cuando Jesús murió en la cruz, Él estaba pagando por todos nuestros pecados (Juan 1:12-13, Colosenses 2:13-14). Cuando hacemos esto, Dios elige vernos como una nueva creación en Cristo (2 Corintios 5:17). Mientras estemos en la Tierra, seguiremos pecando, pero cuando nacemos de nuevo, Él ya no cuenta nuestros pecados contra nosotros. En cambio, Él los atribuye a nuestra naturaleza pecaminosa (Romanos 7:18-20). Cuando seamos resucitados o arrebatados, Dios eliminará nuestra naturaleza pecaminosa y finalmente seremos los hijos de Dios que siempre fuimos destinados a ser, y viviremos en la eternidad con Él (Juan 3:16).

Jesús dijo, “Ciertamente les digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, sino que ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24)