La parábola de la cizaña

Q

Viernes 4 de febrero de 2022

P: Según Mateo 23:41 a como yo la entiendo, Jesús dijo que él enviaría sus Ángeles para que recogieran de “Su” Reino todas las cosas que sirven de tropiezo, y a los que hacen lo malo, y los echarán en el horno de fuego; y allí será el lloro y el rechinar de dientes. Primero que todo Jesús menciona “cosas”, luego menciona “a los que hacen” lo que yo creo se refiere a “humanos”, que hacen lo malo. Lo que no entiendo es a qué tipo de personas se refiere, ¿son todas cristianas? ¿No tiene que ser uno un verdadero cristiano para estar en “Su Reino”? ¿Me podría explicar eso?

A

R: Las Parábolas del Reino de Mateo 13 no son específicamente acerca de la Iglesia a pesar de que podemos ver ciertas áreas de aplicación a la Era de la Iglesia. En Mateo 13:36-43 Jesús explicó el significado de la parábola de la cizaña, también conocida como del trigo y la cizaña. Puesto que el foco de esta parábola es el final de la era, el Señor estaba hablando sobre un tiempo justo antes de la Segunda Venida, y cómo es que la tierra va a estar preparada para Su retorno. (Según Apocalipsis 11:15 los reinos de este mundo se convertirán en Su Reino al momento del juicio de la séptima trompeta, por lo menos 3-1/2 años antes de Su retorno real.)

Sus referencias a las cosas que sirven de tropiezo y los que hacen lo malo no pueden incluir a la Iglesia por tres razones. Primero, debido a que para entonces ya hemos sido raptados; segundo porque nosotros no le hemos hecho nada malo ni hemos hecho ninguna iniquidad ante Sus ojos; y tercero porque estaremos en la Nueva Jerusalén en donde nada impuro jamás podrá entrar (Apocalipsis 21:27) y el enfoque de la parábola es la Tierra

La traducción de la NVI de la frase en Mateo 13:41 es “todos los que pecan y hacen pecar” lo cual apoya el pensamiento suyo de que tanto cosas como personas están aquí a la vista. Yo creo que las cosas que ofenden (que pecan) son los sistemas humanos como los que funcionan en nombre de la religión, el gobierno, la educación, el entretenimiento, etc., los cuales ya sea que no han apoyado activamente la venida del Señor para gobernar sobre la Tierra, o se han opuesto abiertamente a hacerlo. Todos los que hacen lo malo (maldad) son las personas que habrán rechazado Su oferta de perdón por sus pecados (los incrédulos).

El Reino tendrá que ser limpiado de estas “cosas” y de estas “personas” antes de que el Reino Milenial pueda ser instalado en la Tierra. Mucho de ello será logrado durante la Gran Tribulación, con lo que queda siendo saldado en los juicios que se llevan a cabo inmediatamente después de Su retorno (Mateo 24:45—25:46).