Viernes 23 de septiembre de 2022
P: En varias ocasiones usted ha dicho que somos salvos para siempre y que nada pueda cambiar eso. ¿Quiere decir eso que las personas cristianas tienen la libertad de hacer lo que quieren sin temor a las consecuencias?
R: Técnicamente hablando, así es, y si no estamos habitados por el Espíritu Santo quien es el que nos ayuda a dirigir nuestro comportamiento, eso puede suceder. Pero la historia muestra que eso no ha sido el caso. De hecho, la Iglesia ha sido una fuerza para el comportamiento que le agrada a Dios a través de su historia. Y aún hoy día, después de la invasión al por mayor de la teología liberal, las falsas doctrinas y de los “lobos entre las ovejas” que promueven esas cosas, son las personas en la Iglesia las que continúan dirigiendo la lucha en contra del aborto, la esclavitud sexual, y otros comportamientos que claramente violan los estándares de Dios sobre la conducta humana. Y es la gente en la Iglesia la que lucha para tener una educación basada en la Biblia, la abstinencia entre los niños y otros valores “tradicionales”.