Juan dijo que una persona creyente nacida de nuevo no puede pecar. Puesto que la Biblia es la Palabra de Dios dada a los hombres por inspiracion del Espiritu Santo, no puede tener conflictos como ese.
Y puesto que no hay tal cosa en la tierra como una persona creyente nacida de nuevo que no peque, tanto Pablo como Juan deben estar hablando acerca de como le parecemos a Dios: perfectos para siempre.
Las veces que pecamos, Dios no lo ve como que somos nosotros los que todavia pecamos, sino que es pecado que habita en nosotros (Romanos 7:15-20). Debido a que segun Hebreos 10:12-14 el sacrificio unico y para siempre del Senor nos ha hecho perfectos a los ojos de Dios.
Por consiguiente, Pablo, Juan, y el escritor de Hebreos concuerdan que desde la perspectiva de Dios, las personas creyentes nacidas de nuevo estan libres de pecado. Y cualquier pecado que cometemos no se cuanta en contra nuestra.
El Rey David vio que esto venia hace 3000 anos cuando escribio:
Dichoso aquel cuyo pecado es perdonado, y cuya maldad queda absuelta. Dichoso aquel a quien el Senor ya no acusa de impiedad, y en el que no hay engano (Salmo 32:1-2).