Viernes 14 de agosto de 2020
P: Yo creo en la Seguridad Eterna (SE), como la Biblia claramente la enseña. Sin embargo me doy cuenta de que más y más personas (específicamente en mi grupo de estudio bíblico) utilizan diferentes escrituras para contrarrestar la SE, lo cual no tiene sentido para mí. La más común que he visto es Romanos 8:6 y 13 en donde Pablo habla de si vivimos en conformidad con la carne, moriremos espiritualmente, pero si vivimos conforme al Espíritu viviremos. ¿Cómo se relaciona eso con las personas creyentes?
R: Si consideramos todos los escritos de Pablo sobre la seguridad eterna (SE), podemos interpretar Romanos 8:6, 13 que significa que las personas que son guiadas por el Espíritu son creyentes y quienes son guiadas por la carne son incrédulas. Decir que somos salvos por gracia y no por obras, por un lado, y por el otro decir que si no nos comportamos correctamente perdemos nuestra salvación, es combinar la fe con las obras en una forma híbrida de salvación contra la cual Pablo discutió. Observe que en Romanos 8:15-16 Pablo confirmó que no vivimos con el temor de perder nuestra salvación porque literalmente somos hijos de Dios. El Espíritu Santo le testifica eso a nuestro espíritu.
Obviamente, las personas creyentes procuran vivir una vida que agrade a Dios, pero no por temor a perder el regalo gratuito que Dios nos ha dado, sino como una expresión de nuestro agradecimiento por haberlo recibido. O como lo dijo Pablo, es vivir de acuerdo a lo que ya hemos alcanzado (Filipenses 3:16). En virtud de haber nacido de nuevo, nosotros ya somos hijos de Dios (Juan 1:12-13) y nada puede cambiar eso (Efesios 1:13-14). Ahora nos toca hacer nuestra parte.