Miércoles 3 de abril de 2024
P: ¿Qué es “La Unción”? Y para cuantificar, ¿qué es “La unción que rompe el yugo? Un pastor recientemente reprendió a un maestro en su iglesia por estudiar la historia y los eventos de la Biblia para poder enseñar/predicar con claridad y exactitud. El punto de vista del pastor es que no es necesario entender ninguno de esos factores. Él dijo que solamente debemos ministrar de nuestro corazón bajo “La Unción” y que nuestras palabras serán las correctas en ese momento. El punto de vista del pastor es que cuando usted ve a la gente gritando y llorando es una evidencia de “La Unción” pero si uno enseña/predica la verdad y lo que es objetivamente correcto y la gente no es movida, es una evidencia de la falta de “La Unción”. ¿Puede usted clarificar eso?
R: En algunas partes de la iglesia “la unción” es una frase que se usa para indicar la presencia del Espíritu Santo que le da poder al orador. Algunas personas afirman que “la unción” tiene prioridad sobre la Biblia, queriendo decir con eso que si el orador dice algo que contradice la Biblia “la unción” lo hace correcto porque es realmente el Espíritu Santo quien lo está diciendo. (Yo hablé en una reunión una vez en donde “la unción” estaba sobre el micrófono, lo cual significaba que no importaba lo que el orador decía, eso era purificado por el Espíritu Santo conforme se movía por el sistema de sonido.) En mi opinión muchas de las falsas enseñanzas que han llegado a la iglesia han sido por este medio.
La frase “la unción que rompe el yugo” viene de Isaías 10:27. Allí se refiere a la promesa del Señor a los israelitas de que Él rompería el yugo de esclavitud que los asirios habían impuesto sobre Su pueblo. Se ha convertido en uno de esos eslóganes actualmente populares en algunas partes de la iglesia, el cual representa una unción que todavía es más poderosa que el bautismo del Espíritu Santo. Es tan poderosa que puede romper cualquier atadura como la del pecado, la deuda, la enfermedad, la pobreza, o cualquier otra cosa que le prevenga a la persona creyente poder disfrutar de una vida próspera y abundante.
Este es otro de esos casos en que una frase de saca del contexto y se utiliza de una manera totalmente diferente a la intención de la Biblia.