Las consecuencias eternas para los creyentes

Q

Jueves 6 de junio de 2019.

P: Acabo de leer «Lo mejor de ambos mundos» y encontré esto:

“Y cuando se presenten ante el Tribunal de Cristo (1 Corintios 3:10-15), su salvación estará intacta, pero no recibirán ninguna recompensa, y eso les será más obvio cuando experimenten las consecuencias eternas de unos pocos años de comportamiento rebelde.”

¿Qué quiere decir usted con consecuencias eternas? ¿Como en las restricciones que nos imponen en la eternidad? Cuanto más rebeldes estuvimos en la Tierra, ¿más consecuencias tendremos (¿como qué?) en la eternidad?

Mantuve la opinión de que toda la Iglesia sería igual en la eternidad, sin estructura de clases. ¿Cómo lo ve usted?

A

R: En 1 Corintios 3:10-15, Pablo escribió acerca de las obras de los creyentes siendo juzgadas. Utilizó la analogía de someterlos al fuego para ver si sobrevivirían. Las de oro, plata o piedras preciosas resistirán el calor, pero las de madera, heno y hojarascas serán consumidas. Es una prueba del valor, si se quiere, de las cosas que hacemos con nuestra vida después de convertirnos en personas creyentes. En el capítulo 4, versículo 5, dijo que la base para establecer el valor de estas obras es el motivo de nuestros corazones cuando las hacemos. Dejó en claro que el juicio no afectaría nuestra salvación, sino que determinaría las recompensas que recibiríamos.

En otras cartas, Pablo les llamó a estas recompensas coronas. Hay cinco de ellas enumeradas en las Escrituras, la Corona Eterna (Victoria) en 1 Corintios 9:25, la del ganador de almas en Filipenses 4: 1 y 1 Tesalonicenses 2:19, la Corona de Justicia en 2 Timoteo 4:8, la Corona de Vida en Santiago 1:12 y Apocalipsis 2:10, y la Corona de Gloria en 1 Pedro 5:4. Aquí hay un enlace a un enlace a un estudio más detallado sobre las coronas

En 1 Corintios 9:24-27, usando una analogía olímpica, Pablo escribió que ningún atleta está satisfecho con solo calificar para la carrera. Todos quieren correr para ganar la corona del vencedor. De la misma manera, ningún creyente debe estar satisfecho con solo ser salvo. Todos deberíamos querer vivir nuestras vidas de tal manera que también ganemos coronas.

Jesús también insinuó algún tipo de sistema de recompensa. En Mateo 6:19-21, nos aconsejó que no trabajáramos para acumular tesoros en la Tierra sino para acumular tesoros en el Cielo. La idea es que las cosas que hacemos aquí puedan tener valor para nosotros cuando lleguemos allá. Es otra forma del juicio de 1 Corintios 3:10-15. En la Parábola de las 10 Minas (Lucas 18:11-27), Él cuenta que le da recompensas a sus siervos de acuerdo con su esfuerzo en Su nombre.

Algunas personas creyentes por su continua pecaminosidad no producen ningún fruto en sus vidas. Otras dan por sentada su salvación y nunca hacen nada para expresar su gratitud por ser salvas. Tomé la posición en mi respuesta de que probablemente no calificarían para estas recompensas. Existen varias teorías sobre cuáles serán nuestras recompensas, y en mi entendimiento limitado, ninguna es concluyente. Pero si todos alcanzamos exactamente el mismo estado en el Cielo, entonces ¿por qué estas enseñanzas?

Una nota final. Hacer buenas obras solo para ganar reconocimiento para nosotros mismos nos descalifica para cualquier otra recompensa. (Mateo 6:1) Nuestros motivos deben ser plenamente para expresar nuestra gratitud al Señor por lo que Él ha hecho por nosotros.