Miércoles, 28 de febrero de 2018
P: Hay tantas versiones de la Biblia disponibles, VRV1960, NVI, BdlA, etc., para mencionar unas cuantas, y luego está la Biblia Católica con los escritos apócrifos. ¿Cómo sabemos que tenemos los libros correctos en la biblia? Quizás es por eso que hay cultos allá afuera que afirman que la biblia ha sido cambiada por las personas. ¿Podría usted explicar por qué ciertos libros están en la biblia y por qué hay ciertos otros libros que no fueron aceptados o por qué es que los católicos le han agregado libros adicionales que el mundo protestante no hizo? ¿Esos “libros perdidos” no son la palabra de Dios?
R: Decidir cuáles libros debían ser incluidos en el Antiguo Testamento fue hecho por los principales sacerdotes basados en un consenso general de que cada libro era auténtico (escrito por la persona identificada como su autor) e inspirado divinamente. Este trabajo se completó cerca del año 425 a.C.
El Nuevo Testamento se había compilado ya por el año 150 d.C., aunque continuó la discusión sobre unos pocos libros hasta cerca del año 400 d.C., y no fue oficialmente canonizado sino hasta el Concilio de Trento en los años de 1500. Para su inclusión hubo tres criterios base.
1.- ¿Fueron los autores ya sea testigos oculares de los eventos sobre los que escribieron o por lo menos fueron enseñados por los Apóstoles?
2.- ¿Era la enseñanza de cada libro consistente con la práctica y tradición de la iglesia?
3.- ¿Estaba cada libro ya en uso general por la iglesia, y aceptado como la Divina Palabra de Dios?
Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, los libros incluidos tenían que ser vistos generalmente como la obra de escritores divinamente inspirados quienes fielmente convirtieron la Palabra de Dios en forma escrita (2 Pedro 1:20-21).
Los libros adicionales en la Biblia Católica son llamados los Apócrifos. Fueron escritos después que el Canon de la Biblia Hebrea había sido completado. La palabra apócrifo significa “oculto, o secreto”. Debido a su dudosa autenticidad esa palabra ha llegado a significar “fraudulento, o falso” por algunos eruditos.
A pesar de que algunas personas creen que hay más, los Apócrifos normalmente forman catorce libros los cuales se encuentran en las traducciones al griego y al latín, pero nunca se encuentran en el Antiguo Testamento Hebreo. Cuando Jerónimo tradujo el Antiguo Testamento al latín rehusó incluirlos entre el cuerpo de libros y estableció una sección separada que él llamó “Los Apócrifos”. Solamente 11 estos libros están incluidos en la Biblia Católica Hoy pero todos los 14 de ellos aún se encuentran en la Biblia Ortodoxa.
Los Apócrifos fueron del todo eliminados de la Biblia Protestante al momento de la Reforma. Seguidamente encontrará algunas razones por las cuales las autoridades Protestantes rechazaron los escritos de los Apócrifos.
1.- Los apócrifos nunca estuvieron en el Canon Hebreo.
2.- Ni Jesucristo, como tampoco ninguno de los escritores del Nuevo Testamento, jamás citaron de los Apócrifos. (Judas mencionó a Enoc, pero Enoc no fue el autor del libro que lleva ese nombre.)
3.- Josefo (un reconocido historiador de la era bíblica) los excluyó de su lista de escrituras sagradas. Él creyó que les faltaba autenticidad o validez en su esencia y origen.
4.- Durante los primeros cuatro siglos no hubo ninguna mención de los Apócrifos en ningún catálogo o libro canónicos. Se creía que fueron insertados durante el siglo quinto. Hay una reputación de que existen 263 citas y 370 alusiones del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento y ninguna de ellas se refiere a los escritos Apócrifos.
5.- Nunca se aseveró que los libros Apócrifos fueran divinamente inspirados ni que poseían la autoridad divina en su contenido.
6.- Ningún profeta fue relacionado con estos escritos. Cada libro del Antiguo Testamento fue escrito por un hombre que fue un profeta.
7.- Estos libros están repletos de errores históricos, geográficos y cronológicos. Para poder aceptar los Apócrifos uno tendría que rechazar las narraciones del Antiguo Testamento.
8.- Las doctrinas apócrifas y sus prácticas son contrarias al Canon de las Escrituras.
Hay una cierta percepción histórica que se puede obtener de los Apócrifos, ya que fueron escritos en el tiempo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Pero se debe ejercer una extrema cautela. Estos libros no fueron escritos por personas cuyos nombres se mencionan en sus títulos, y no son ni teológica ni históricamente exactos. Usted debe poner a prueba lo que dicen en contra de otras fuentes confiables antes de aceptarlos como válidos.