De lo anterior podemos concluir razonablemente que no estaban alli en tiempos del Antiguo Testamento, y quizas todavia no estan alli.
Pero a los patriarcas nunca se les prometio lo que se le prometio a la Iglesia.
Ellos no seran Reyes ni Sacerdotes (Apocalipsis 5:9-10), tampoco estaran sentados con el Senor en el Cielo (Efesios 2:6-7), y no reinaran con El como coherederos de Su herencia (Galatas 4:4-7).
En Hebreos 11 el escritor estaba recodando los grandes hombres del Antiguo Testamento. Algunos patriarcas fueron incluidos en el «Salon de la Fe». El dijo,
«Y aunque por medio de la fe todos ellos fueron reconocidos y aprobados, no recibieron lo prometido (el Mesias). Todo esto sucedio para que ellos no fueran perfeccionados aparte de nosotros, pues Dios habia preparado algo mejor para nosotros» (Hebreos 11:39-40).