Lunes 12 de julio de 2021
P: Algunas veces me siento como un desastre espiritual. Intento fuertemente no permitir que la gente me moleste. Estoy haciendo mucho mejor de lo que antes hacía porque trato de pensar “perspectiva eterna, perspectiva eterna.” Eso generalmente funciona, pero algunas veces lo arruino y ¡¡¡me pongo tan BRAVO!!! Algunas veces pienso que cuando suceda el Rapto, todavía estaré en el mismo punto porque solamente me estaba engañando a mí mismo cuando fui salvo. He leído sus artículos sobre la Seguridad Eterna, pero ese pensamiento todavía me asalta. Planeo leer la Biblia específicamente con respecto al temperamento y el enojo. ¿Hay algún versículo que pueda memorizar y tratar de repetirlo mentalmente, cada vez que la gente se sobrepasa?
R: Los versículos que yo especialmente recomendaría son Efesios 4:26-27.
“Enójense, pero no pequen; reconcíliense antes de que el sol se ponga, y no den lugar al diablo.”
Recuerde, tener un sentimiento no es un pecado. Es pecado cuando usted actúa sobre ese sentimiento permitiéndole que influencie sus pensamientos o acciones. Por eso es que Pablo dijo, “Enójense, pero no pequen.” Usted siempre tendrá la elección de rechazar ese sentimiento. Eso es lo que usted hace cuando repite, “perspectiva eterna” en su mente.
A pesar de ello, todos resbalamos de vez en cuando. Cuando lo haga es importante que invoque la promesa de 1 Juan 1:9,
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.”
Buscar el perdón borrará el pecado y nos restaurará a la comunión con Dios y será como si eso no hubiera ocurrido.
Sobre todo, recuerde que su herencia fue garantizada por el Espíritu Santo desde el momento en que usted creyó (Efesios 1:13-14). No hay nada que usted o alguien más pueda hacer para cambiar eso. Si usted le pertenece a Jesús, usted es Suyo para siempre.