Jueves 14 de julio de 2022
P: Tengo una pregunta que ha estado en mi mente últimamente relacionada con el Cielo y nuestras mansiones de las que habla Juan 14:1-2. Se me enseñó que este versículo significa que cada uno de nosotros va a tener su propia mansión personal. ¿Qué dice eso acerca de nuestra familia terrenal, específicamente mi esposa? ¿Ella tendrá su propia mansión? Yo sé que la Biblia nos dice que en el cielo no hay casamientos ni nadie se casará, pero ¿me podría explicar cómo serán nuestras vidas en el cielo si todos estamos en distintas mansiones? ¿Cuál será, si la hay, la clase de atmósfera social que va a existir? Alabar al Señor será una de las actividades, pero ¿habrá otras actividades también?
R: Jesús solamente dijo que en la casa de Su Padre hay muchos aposentos y que Él iba a preparar un lugar para nosotros (Juan 14:2).La idea de que cada persona obtiene su propia mansión es una interpretación humana, y no es necesariamente la promesa de Dios. Por Sus propias razones, Dios no reveló los detalles de nuestra próxima vida. Quizás eso sea debido a que al conocer cómo será allá haría que nuestras vidas aquí sean mucho más difíciles de llevar. Así que tendremos que esperar para ver.
Pero considere esto. Nuestra vida eternal tiene la intención de demostrar las incomparables riquezas de la gracia de Dios en los siglos venideros (Efesios 2:6-7). Cualquier cosa menor a un sentimiento de completa satisfacción de nuestra parte rompería Su promesa de hacer, por encima de todo, la mejor experiencia que alguien jamás pudiera haber tenido. Yo creo que una de las razones por las que la Biblia no dice mucho acerca de la eternidad es que hay un sentido real que sobrepasa nuestra capacidad actual de si quiera poder imaginarlo.
Pablo dijo, “Las cosas que ningún ojo vio, ni ningún oído escuchó, ni han penetrado en el corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que lo aman” (1 Corintios 2:9). En lo personal, yo no puedo esperar para saberlo.