Manteniendo a un hijo adulto

Q

Lunes 20 de mayo de 2019

P: Le agradezco su ministerio el cual leo todos los días; usted has explicado muchas cosas que yo no entendía. Parte de la lección de esta semana fue “Si alguien no cuida a sus familiares, y especialmente de su familia inmediata, ha negado la fe y es peor que un incrédulo” (1 Timoteo 5:8). ¿Qué espera Dios del padre de una hija adulta que nunca trabajó ni buscó activamente un trabajo, sino que ha decidido vivir de la ayuda? Me siento como si estuviera de acuerdo con su deseo de no trabajar si le doy dinero. ¿La provisión para la hija (lo cual yo hago) cumple con las expectativas de Dios?

A

R: Dios típicamente no solo le da dinero a la gente. Él nos provee a través de oportunidades para intercambiar nuestros talentos y habilidades por los ingresos necesarios para mantenernos. De hecho, en 2 Tesalonicenses 3:10 Pablo dijo que una persona capaz que no trabaja no debería comer. Esto significa que no estamos obligados a mantener a aquellas personas que son capaces de mantenerse a sí mismas.

En 1 Timoteo 5, Pablo estaba abordando el tema de la iglesia que cuida de las viudas que se encuentran en ella. Dijo que solo aquellas viudas ancianas que se han quedado solas y no pueden mantenerse a sí mismas deben convertirse en responsabilidad de la iglesia. Aquellos que tienen hijos o nietos con buena condición física deben buscarlos para recibir su apoyo. Se refería a los hijos de estas viudas cuando indicó que cualquiera que no cuide de su familia ha negado la fe.

Cuando Jesús dijo que Dios llenaría nuestras necesidades en esta vida si buscamos primero su reino y su justicia (Mateo 6:31-33), Él no estaba hablando de formar un estado de bienestar cristiano. Prometía brindarnos oportunidades para que nos ganáramos la vida para que nunca tuviéramos que preocuparnos por lo esencial de la misma.