Lunes 12 de febrero de 2024
P: Tengo un problema importante con respecto al perdón. Perdoné a mi hermano por creer una mentira que le contó mi padrastro, quien falleció. Aunque esto sucedió hace varios años, mi hermano no quiere tener ningún contacto conmigo porque cree que soy yo quien mintió. He tratado de reconciliarme en varias ocasiones y él ha rechazado todos mis intentos. He tenido a Cristo en mi corazón por más de 30 años. Espero que llegue pronto. ¿Qué sucede si no podemos conciliar la situación? Quiero poder volver a casa con el Señor. Si he sido fiel y verdadero, ¿eso seguirá sucediendo?
R: Romanos 12:18 dice que debemos hacer todo lo posible para vivir en paz unos con otros, en la medida en que dependa de nosotros.
Pero no somos responsables de las acciones de nadie más, ni su comportamiento puede penalizarnos. Mateo 18:15-17 describe el proceso de reconciliación y dice que, si un hermano se niega a reconciliarse después de que se hayan tomado esos pasos, somos libres de tratarlo como si fuera un incrédulo, lo que significa que estamos exentos de cualquier requisito de amistad.
El fracaso de su hermano en perdonarlo a usted no puede poner en peligro la salvación suya, ni su participación en el rapto o cualquier otro aspecto de su relación con el Señor, especialmente porque, como usted dice, usted lo ha perdonado.
Pablo nos advirtió que nos libráramos de toda amargura, ira y enojo junto con toda forma de malicia. Él dijo que seamos amables y compasivos el uno con el otro, perdonándonos unos a otros como Dios nos perdonó. (Efesios 4:31-32). Es la forma en que le expresamos nuestro agradecimiento a Él por habernos salvado.