Miércoles 12 de junio de 2019
P: Algo de lo que he estado preocupado últimamente (hasta el punto de angustia severa) son los argumentos que escuché en contra de las imágenes de Cristo, y cómo eso está claramente en violación del segundo mandamiento. Los argumentos que he escuchado incluyen que Aarón y los israelitas hicieron el becerro de oro para ser representativo de EL Dios, y no uno pagano cualquiera y que Dios estaba claramente en contra de CUALQUIER representación de sí mismo ya que en Deuteronomio se señala que nadie vio el rostro de Dios en el monte Horeb y que el Nuevo Testamento dice que la Deidad no puede compararse con el oro o la piedra. Estoy familiarizado con los iconoclastas y tengo mucho miedo por las personas que me importan y que realmente aman a Dios, pero tienen imágenes de Cristo (aunque no adoran las imágenes) en sus hogares. Incluso mi iglesia tiene un dibujo de Cristo en el santuario. No quiero ser idólatra. (También he escuchado que representar el símbolo de la cruz es pecaminoso: estoy hablando de la cruz vacía y también de un crucifijo). ¿Qué piensa usted acerca de estos asuntos?
R: Creo que la opinión que le han enseñado sobre las imágenes es un poco extrema. El becerro de oro representaba a Mnevis, uno de los dioses de Egipto, no al Dios del Cielo. Se han realizado esfuerzos para sugerir que el becerro era realmente una representación de Dios, pero creo que es un poco de revisionismo.
Dios le dijo a su pueblo que no hiciera un ídolo de nada y luego se inclinara ante él en adoración. (Éxodo 20:4-6) La pregunta que la gente hace es si hacer el ídolo es incorrecto o si es adorar al ídolo lo que viola el mandamiento. En mi opinión, ambos están prohibidos.
Dicho esto, no creo que colocar una copia de una pintura de Jesús en la iglesia sea igual a hacer un ídolo, porque la gente no se inclina ante la imagen, ni la considera un objeto de adoración. (Lo mismo se aplica a la cruz vacía, pero creo que algunas personas convierten el crucifijo o la estatua de un “santo” en un objeto de adoración).
Si la imagen misma de Jesús viola el mandamiento, cualquier pintura o fotografía de cualquier cosa en toda la creación sería igualmente una violación. Creo que la intención del mandamiento es prohibir hacer un objeto tangible de adoración.