Lunes 3 de agosto de 2020
P: ¿Cree usted que Dios algunas veces quiere que Sus hijos sufran? ¿Realmente Amor quiere que el objeto de Su amor sufra? Un pastor que conozco cree que Jesús fue “perfeccionado” por medio del sufrimiento, y entonces cuánto más nosotros debemos ser perfeccionados por los mismos medios. Yo le mencioné que Jesús era perfecto desde Su nacimiento, Dios en la carne desde el comienzo, y que el sufrimiento no lo “perfeccionó” a Él, y si Él hubiera tenido algún defecto no habría podido calificar ser el salvador. Le dije que el versículo al que se refería habla de cómo Jesús se hizo el sacrificio perfecto para el pecado después de sufrir en la cruz. Pero él insiste que Dios nos enseña lecciones al causar sufrimientos. Yo le dije que Dios nos dio Su Palabra para perfeccionarnos y Su Espíritu para guiarnos. ¿Estoy en lo correcto?
R: Hebreos 2:10 dice:
“Porque convenía que Dios, por quien todas las cosas existen y subsisten, perfeccionara mediante el sufrimiento al autor de la salvación de ellos, a fin de llevar muchos hijos a la gloria.”
La palabra perfecto significa llevarlo a cabo completamente, lograrlo, terminarlo, llevarlo al final. Jesús no necesitaba ser hecho perfecto. Él es perfecto. Pero para que el acto de salvarnos quedara completo (perfecto) debía incluir el sufrimiento. Alguien debía ser castigado por nuestros pecados.
Las últimas palabras del Señor antes de morir se tradujeron “Consumado es”, o “Todo se ha cumplido” (Juan 19:30). Esa es una sola palabra en el idioma griego la cual se traduce perfecto en Hebreos 2:10. Su sufrimiento hizo perfecta nuestra salvación.
Pero aquí también hay un asunto de lógica. Isaías 53:4-5 dice:
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y humillado. Pero él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”
Las palabras traducidas enfermedad y sufrimiento en el versículo 4 y curados en el versículo 5 describen condiciones físicas. ¿Por qué Dios haría que Su Hijo sufriera todas esas cosas para que nosotros pudiéramos ser curados de nuestras enfermedades y sufrimientos, para luego volver a afligirnos con enfermedades y sufrimientos?
Santiago 5:15 dice que si pedimos ser curados lo seremos. Él dijo que la oración de fe cura a una persona. ¿Por qué habría el Señor de acarrearnos enfermedades para enseñarnos alguna lección cuando Él prometió curarnos si se lo pedimos en fe?
Hacernos creer que Dios, quien nos amó lo suficiente como para morir por nosotros mientras todavía lo odiábamos, para luego volverse y causar que suframos después de llegar a amarlo, es una de las estrategias más efectivas de Satanás para esconder el hecho de que fue él mismo el que trajo la enfermedad y el dolor a la creación, no Dios.