Lunes 30 de mayo de 2022
P: Quería saber qué piensa usted de que Dios nos prueba. He oído eso solamente una vez que Deuteronomio 8:2 dice que Dios nos prueba para conocer lo que está en nuestro corazón, y si vamos a guardar sus mandamientos o no. Si eso se toma literalmente, o por lo menos en la forma como yo lo tomo, el Señor pone en mi camino pruebas para ver cómo voy a responder. ¿Escogeré actuar en fe en Su palabra, o estaré temerosa? ¿Escogeré obedecer o no? y así sucesivamente. ¿Es eso correcto? Si eso es así les daría una perspectiva diferente a los “problemas” a los que nos enfrentamos diariamente.
R: Primero, Si Dios conoce el fin desde el principio, como Él lo declara en Isaías 46:10, entonces Él no tendría que haber estado probando a los israelitas para que Él pudiera ver si cumplirían Sus mandamientos. Él ya sabía que ellos no obedecerían. Él tendría que haber estado probándolos para que ellos pudieran darse cuenta si guardarían Sus mandamientos. Recuerde, el propósito de los mandamientos era el hacerlos conscientes de sus pecados (Romanos 3:20).
Segundo, Su relación con Israel estaba basada en la obediencia. Su relación con nosotros está basada en la creencia, la fe, y debido a nuestra fe en Él ya nos mira como si fuéramos perfectos (2 Corintios 5:17, Hebreos 10:12-14).
En Colosenses 1:19-20 Pablo dijo que debido a que Jesús murió por nuestros pecados, Dios ha hecho la paz con nosotros. En Juan 6:28-29 Jesús dijo que el único requisito es creer en aquel que Él envió. Nuestra creencia nos hace tan justos como Él es (Romanos 3:21-24, 2 Corintios 5:21) y así Él no espera más de nosotros. Él ve todo lo que hacemos más allá de la creencia como una expresión de gratitud hacia Él por habernos salvado.
Aún si Él no supiera cómo vamos a responder a una situación o a otra, el probarnos no tendría ningún propósito porque cuando vayamos a estar con Él ya no seremos como somos ahora (1 Corintios 15:53). Todo esto significa que Él no tendría ninguna razón para probarnos.
Este mundo cada vez es un lugar más oscuro y peligroso, y los problemas son un hecho de la vida. Jesús nos advirtió que tendríamos pruebas mientras estamos aquí (Juan 16:33) pero eso no significa que Él sea el que las pone en nuestro camino. Juan dijo que todo el mundo está bajo el control del maligno (1 Juan 5:19). Nuestra tarea es tener sumo gozo cuando estemos en diversas pruebas (Santiago 1:2) y vivir por fe no por vista (2 Corintios 5:7) porque nuestros sufrimientos presentes no pueden compararse con la gloria que se revelará en nosotros (Romanos 8:18).