¿Odia Dios el pecado y al pecador?

Q

Martes 28 de enero de 2020

P: ¿Odia Dios al pecador, o solamente el pecado? Estaba escuchando un programa cristiano en la radio y un hombre llamó preguntando sobre eso y uno de los pasajes que citó fue el Salmo 5:5. “Los perversos no pueden presentarse ante ti, pues aborreces a todos los malhechores.” (RVC). También utilizaron algunos otros versículos del Antiguo Testamento para respaldar eso. Tanto el apologista como el que llamó estuvieron de acuerdo, basados en esa escritura, de que Dios ciertamente odia al pecador.

A

R: Usted no puede utilizar citas del Antiguo Testamento para describir las relaciones de Dios en el Nuevo Testamento, y la razón es la siguiente: Apartando el hecho de que todos somos pecadores y basado en la conclusión de ellos, eso significaría que Dios nos odia a todos nosotros, vea Juan 3:16, “Porque de tal manera amó Dios al mundo…” Tito 3:4-5, “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, y no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia.” Y 2 Pedro 3:9, “El Señor no quiere que ninguno se pierda, sino que todos se vuelvan a él.” (RVC)

Jesús no solamente murió por las personas que no son pecadoras; Él murió por todas las que acepten Su muerte como pago por sus pecados. ¿Y Jesús no murió por usted cuando usted era una persona pecadora? ¿Y no puede ninguna persona pecadora, aun hoy en día, acercarse a Él para ser perdonada? ¿Por qué Él haría eso si Él la odiara a usted, o a todos los demás?

El hecho es que Dios no es como nosotros. Él no puede expresar ninguna de Sus emociones a expensas de alguna otra. En el Antiguo Testamento Su amor tenía que estar restringido debido a que Su justicia no podía tolerar el pecado de las personas, y Su justicia exigía que se pagara un castigo. Pero cuando Jesús murió por nuestros pecados, Dios pudo volver a reconciliarse con nosotros, haciendo la paz mediante Su sangre derramada en la cruz (Colosenses 1:19-20). El problema del pecado fue resuelto y el castigo fue pagado. Ahora, Él tenía la libertad de amarnos. Por consiguiente, la cruz cambió todo para nosotros.