Algunas personas me dicen, «Esos pensamientos no son tuyos. Mientras te opongas a ellos, y no estes de acuerdo con ellos, no tienes nada que temer.» Luego pienso que si, que eso tiene sentido. Pero entonces me preocupo: ?*Estoy* luchando en contra de los mismos? ?Que si soy distraido y estoy de acuerdo con un pensamiento malvado, o lo dejo reposar por un tiempo? Luego los pensamientos vuelven de nuevo, y me encuentro evaluando mis sentimientos hacia los pensamientos, y tambien a los mismos pensamientos. «?Fue esa una insinuacion de admiracion? ?Fue ese un poquito de consentimiento? ?Es que acabo de estar de acuerdo en hacer algo que no debo hacer?»
Siento mucho tener que molestarlo, senor, pero soy un completo desastre en este momento y necesito algunas respuestas definitivas de alguien que tiene mas conocimiento de la Biblia del que yo tengo. ?Diria usted que de hecho estoy condenado? ?O hay alguna esperanza aun para mi?
Por lo tanto, sometanse a Dios; opongan resistencia al diablo, y el huira de ustedes (Santiago 4:7).
La mejor manera para resistir al diablo es citando las Escrituras. Cada vez que usted sienta temor de condenacion usted puede citar:
Romanos 8:1
Por tanto, no hay ninguna condenacion para los que estan unidos a Cristo Jesus.
Efesios 1:7
En el tenemos la redencion por medio de su sangre, el perdon de los pecados segun las riquezas de su gracia.
2 Timoteo 1:7
Porque no nos ha dado Dios un espiritu de cobardia, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Entonces, si usted continua resistiendolo, eventualmente el lo dejara en paz. Pero aun si usted ha permitido pensamientos como esos en su mente de vez en cuando, lo que usted he hecho es cometer un pecado que Jesus sabia que usted cometeria cuando El fue a la cruz pago por el alli.
Si usted es una persona cristiana nacida de nuevo, todos los pecados de su vida fueron perdonados en la cruz y tan pronto como usted acepto eso y creyo, fueron perdonados. Por consiguiente, usted no puede ser condenado (Romanos 8:1). Desde el momento en que usted nacio de nuevo cuando confeso sus pecados, los mismos fueron automaticamente perdonados. De tal manera que sus temores de ser condenado, o siquiera que usted lo puede estar, son infundados.