Jueves 18 de febrero de 2021
P: Muchas gracias por su sitio web. Realmente aprecio la oportunidad para hacer preguntas basadas en la Biblia.
Mi pregunta se relaciona con la manera que asumo para orar. Algunas veces aparto un rato tranquilo para orar. Otras veces yo oro cuando hago cosas más “suaves”, como bañarme o haciendo el trabajo de la casa. Ocasionalmente me pongo a pensar si eso es una falta de respeto para Dios o simplemente ¿estoy pasada de moda? ¿Qué piensa usted, u opina, sobre eso?
R: 1 Tesalonicenses 5:17 nos previene de orar sin cesar. Obviamente eso no significa que vamos a pasar nuestra vida de rodillas, vestidos como vamos al culto del domingo, e ignorando el resto de nuestras responsabilidades.
Significa que debemos tener una conversación constante con nuestro Creador como si Él fuera nuestro mejor amigo y que siempre está a nuestro lado. Y es que eso es así.
Él quiere que usted escoja un vestido nuevo o decida qué va a cenar. Él quiere que usted encuentre un lugar para estacionar su vehículo en una calle transitada, pasar un tiempo con usted cuando está atascada en el tráfico, reír con usted cuando está alegre y compadecerse con usted cuando está triste.
Él quiere resolver sus problemas en el trabajo, y encontrarle un mejor trabajo cuando no puede avanzar más en el que actualmente tiene.
Él quiere estirar su dinero cuando no hay suficiente en un momento determinado, y advertirle cuando lo está gastando innecesariamente.
En resumen, Él quiere ser su constante compañía, y estar involucrado en todo lo que usted hace.
Debido a la cruz, Él ya no es un Padre distante, sino un Papá íntimo. No se rinda en su programa de oración, pero durante el resto de su día, relájese y disfrute Su compañía.