La Biblia dice que nuestra herencia (vida eterna) quedo garantizada desde el momento en que creimos, la cual esta representada con el sello del Espiritu Santo (2 Corintios 1:21-22, 2 Corintios 5:5, Efesios 1:13-14, Efesios 4:30). Dice que el Senor ha prometido no perder a ninguno de nosotros (Juan 6:37-40) y que nadie nos puede arrebatar de Sus manos (Juan 10:27-30), ni separarnos de Su amor (Romanos 8:38-39).
Pablo y Juan estaban escribiendo bajo inspiracion del Espiritu Santo. Por consiguiente, la unica manera en que podian evitar contradecirse entre si era si ambos creian que cuando somos salvos el Senor ya no nos atribuye nuestros pecados a nosotros sino a la naturaleza pecaminosa que mora en nosotros. Eso es lo que Pablo enfatizo en Romanos 7:14-20.
Esa tambien es la unica forma en que 1 Juan 3:9 puede ser cierto.
Todo aquel que ha nacido de Dios no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en el, y no puede pecar, porque ha nacido de Dios.
Toda persona creyente nacida de nuevo aun peca, y continuara haciendolo hasta que muera o sea perfeccionada en el rapto.