Pedro y la roca

Q

Lunes 28 de marzo de 2022

P: Le agradezco mucho sus respuestas a las preguntas que se le formulan. Yo crecí siendo católico, y sé que la iglesia católica afirma que Jesús hizo a Pedro el primer papa. Yo sé cuál es el pasaje al que ellos se refieren para hacer esa declaración, pero no encuentro ninguna base para creer que esa es la interpretación correcta de este pasaje. ¿Cómo respondería usted a esta declaración?

A

R: El pasaje al que usted se refiere es Mateo 16:13-19:

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús les preguntó a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?

Ellos dijeron: Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, que es Elías; y otros, que es Jeremías, o alguno de los profetas.

Él les preguntó: Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?

Simón Pedro respondió: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Entonces Jesús le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en los cielos.

Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no podrán vencerla.

A ti te daré las llaves del reino de los cielos. Todo lo que ates en la tierra será atado en los cielos, y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos.

La clave para entender este pasaje se encuentra en el idioma griego. La palabra griega para Pedro es petros, una palabra en género masculino que significa roca. Pero cuando el Señor dijo, “sobre esta roca edificaré mi iglesia” Él usó la forma femenina petra lo cual significa que no estaba refiriéndose a Pedro sino a algo más. De hecho, es la confesión de Pedro “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” la cual es el fundamento de la Iglesia. Esa es la roca a la que el Señor se refería.

Tener las llaves de algo significa que usted puede abrir para que entren otras personas. Después de la resurrección los discípulos, de quienes Pedro era jefe, tenían la autoridad de permitir el ingreso de la gente al Reino, y de atar las fuerzas del mal, y así liberar a los prisioneros del pecado.