¿Podemos dejar de pecar?

Q Estaba pensando acerca del libre albedrio, que es la libertad de elegir, ?cierto? Para mi es aparente, por experiencia y porque se me ha dicho, que no podemos dejar de pecar. Si no podemos dejar de pecar, ?es eso una falta de libre albedrio, puesto que algunos de nosotros lo elegiriamos, y asi no podriamos pecar?

Muchas gracias por todo su conocimiento en estos topicos, ?y que Dios continue bendiciendolo con una profunda sabiduria!

A Toda la idea detras de la Victoriosa Vida Cristiana es reconocer como nuestro poder de eleccion, o libre albedrio, funciona. Cuando la Biblia habla de la batalla entre el espiritu y la carne, esta hablando acerca de nuestro poder para elegir el bien sobre el mal en nuestro comportamiento.

Podemos elegir no pecar. Pero eso no significa que dejaremos de ser pecadores. En Mateo 5:21-30 Jesus dio ejemplos de eso. Debido a que no andamos matando gente, podemos pensar de nosotros mismos como que guardamos el mandamiento de no asesinar. Pero ?nunca nos enojamos? Si eso no es asi, ya hemos quebrantado el mandamiento.

Y nos podemos contener de no cometer adulterio, pero ?nunca hemos visto a alguien y tener un momento de deseo lujurioso? De nuevo, somos culpables de quebrantar el mandamiento. El tambien pudo haber dicho que mientras no robemos las posesiones de nuestro vecino, algunas veces lo envidiamos por tenerlas. Y asi podemos seguir.

Nuestras respuestas honestas a estas preguntas muestran que tenemos una naturaleza pecaminosa, y si nos permitimos expresar nuestras verdaderas intenciones, estas siempre seran hacia el mal y no hacia el bien. Y como el Senor lo explico, es nuestras intenciones lo que nos condena.

Y mientras nuestras intenciones esten, no tenemos donde escoger. Pero ?tenemos la eleccion de actuar o no sobre ellas? ?Si! En Romanos 7:7-25 Pablo escribio que mientras mas se esforzaba en no pensar en pecar, mas queria pecar. El podia controlar su comportamiento pero no podia controlar su deseo de comportarse mal. Eso es porque el tenia una naturaleza pecaminosa, y por eso el necesitaba un Salvador. Es lo mismo con nosotros.

Cuando estemos ante el Senor y le demos cuenta de las cosas que hicimos con nuestras vidas, El expondra los motivos ocultos de nuestros corazones y quedaremos sorprendidos de saber las tantas veces que nuestras buenas obras realmente fueron motivadas por nuestras intenciones egoistas y malvadas (1 Corintios 4:5). En ese momento sabremos lo profundo que nuestra naturaleza pecaminosa se habia enraizado.