Segundo, nosotros recibimos el sello del Espiritu Santo cuando creimos por primera vez, como un deposito que garantiza nuestra herencia (Efesios 1:13-14). No he podido encontrar ninguna evidencia en las Escrituras que apoyen la nocion de que nosotros podamos dejar de ser sellados y que nuestra garantia sea devuelta o revocada.
Tercero, Jesus dijo que era la voluntad de Su Padre de no perder a ninguna persona que le habia sido entregada a El, y que nadie nos puede arrebatar de Sus manos ni de las manos de Su Padre (Juan 6:39, Juan 10:27-30). Yo creo que la palabra «nadie» significa «ni uno solo» y que la frase «ninguna persona» nos incluye a todos nosotros.
Cuarto, es Dios quien nos hace estar firmes en Cristo. El ha puesto Su sello de propiedad en nosotros y ha puesto Su Espiritu en nuestros corazones como un deposito que garantiza lo que esta por venir (2 Corintios 1:21-22). Pablo confirmo esto al decir que no nos pertenecemos a nosotros mismos, sino que hemos sido comprados a un precio (1 Corintios 5:19-20). A mi me parece que Dios tendria que renunciar a Su demanda de propiedad para que nosotros nos apartemos, algo que Jesus prometio nunca hacer (Juan 6:37).
Y finalmente, 1 Juan 2:19 dice que si una persona se marcha es una evidencia de que el o ella realmente nunca pertenecio a la Iglesia.
Uniendo todo lo anterior, yo creo que estas condiciones limitan nuestra decision de apartarnos de la fe.
Pero yo creo que la pregunta real es, ?por que alguna persona que conoce la eleccion de su destino, habiendo ya elegido la vida eterna, decide cancelarla y escoger en su lugar el sufrimiento eterno? En lo personal, yo no veo como eso pueda suceder jamas.