Lunes, 25 de septiembre de 2017
P: Durante mucho tiempo cada área de mi vida ha sido tocada con adversidad. Tengo una edad a mitad de los 50 y todavía espero un compañero. Estoy atormentada por la tentación la mayor parte del tiempo. Mi situación financiera se ha derrumbado, así también mi salud. Y ahora acabo de perder mi trabajo. Actualmente estoy buscando una nueva iglesia y un ministerio en el que pueda involucrarme.
Me siento muy pero muy desplazada en todas las áreas de mi vida. Me siento como se sentía Ana (en 1 Samuel 1). Le he clamado al Señor. Tengo a otras personas orando para mí. Le pedí al Señor “muéstrame Señor qué es lo que quieres que haga.” Yo “sentí” que el Señor me daba la escritura que dice “Bástate mi gracia.”
Le he entregado el 100% de mi vida al Señor pero todas las cosas, una encima de la otra, se están deshaciendo. Simplemente no entiendo. Me siento rechazada por Dios cuando veo que otras personas siguen adelante con sus vidas y yo estoy atorada aquí (o así parece) por tantos años ya. ¿Me puede ayudar con eso?
R: Santiago 4:7-8 dice de resistir al diablo y éste huirá de nosotros. Nos dice de acercarnos a Dios y Él se acercará a nosotros. Romanos 12:2 dice de ofrecer nuestras vidas como sacrificios vivos a Dios para saber Su voluntad para nosotros. Todas estas advertencias requieren que seamos nosotros quienes hagamos la primera movida. Tome cualquier trabajo que pueda encontrar que satisfaga sus necesidades financieras y considérelo como un ministerio al demostrar el amor de Dios en su actitud hacia los demás, a pesar de estar en medio de la adversidad. Empiece a hacer algo, y pronto se dará cuenta de lo que Él quiere que usted haga.
Filipenses 4:4-7 dice de empezar a darle gracias a Dios por todo, aún por las cosas pequeñas que al principio no parecen ser una bendición. Promete que si usted lo hace, empezará a sentir que la paz vuelve a su vida. No le haga caso a las apariencias externas, solamente enfóquese en poner un pie adelante del otro siempre acercándose más a Dios. Recuerde, debemos vivir por fe y no por vista (2 Corintios 5:7). Él no la ha abandonado, pero el enemigo ha levantado una barrera entre usted y Dios la cual debe ser derribada. Al hacer esas cosas, esa barrera será destruida, y usted descubrirá que Dios ha estado esperándola para que tome la acción.
Pablo oró para que la gente dejara de lastimarlo cada vez que predicaba el evangelio. Cuando Dios le dijo, “Bástate mi gracia” Él indicó que mientras Pablo hacía lo que fue llamado a hacer, Dios continuaría sanándolo, convirtiendo sus golpizas en bendiciones. Él le está diciendo a usted que si comete algunos errores o si toma unos giros incorrectos, está bien, mientras usted se mantenga acercándose más a Él.