Viernes 1 de marzo de 2024
P: Mi pregunta principal es por qué me siento tan “inespecial” para Dios. He sido una persona cristiana por más de 20 años y Dios verdaderamente es mi primer amor. Nada es más importante para mí que Él. No me importa nada la riqueza, la belleza, la fama, el éxito, etc.
Por favor no piense que estoy haciéndome sentir—¡nada de eso! Esto es también para otras personas cristianas que están en el mismo bote que yo, que están comprometidas con Él y lo buscan como yo lo hago y todavía se sienten rechazadas. Realmente todo se reduce a esto. He tratado tan ESFORZADAMENTE edificar una relación con Dios pero siento que para Él yo soy nadie.
Nunca he tenido algo milagroso como un encuentro angelical, una visión, o alguna otra experiencia sobrenatural de Dios que tantas otras personas dicen haber tenido. He rogado y orado por más de 20 años para que Dios se me revele y que se haga real.
Para ser honesto, eso me amarga porque siento que no somos nada para Él. Yo sé que eso no es cierto pero en mi humanidad así es como realmente me siento. Todavía lo amo a Él pero siento como si hubiera una pared entre nosotros. He orado, suplicado y rogado, y nada. Le he dicho a Dios que tengo miedo y que por favor me ministre, y nada. Luego oigo de personas que dicen que han tenido docenas de visiones de Dios y de encuentros angelicales y cómo Dios ha llegado a ellas y se les ha revelado.
¿Por qué no a mí y tampoco a tantas otras personas que han buscado a Dios con todo el corazón? ¿Por qué algunas personas reciben tantas bendiciones mientras que otras se quedan luchando con nuestra fe y se sienten rechazadas?
No voy a mentir. Son un ministro, amo a Dios con todo mi ser, y oro y leo mi Biblia durante horas al día, y nada.
Estaba ministrando el otro día a una persona cristiana. Me dijo que realmente Dios la amaba más y consideraba que era más importante que yo porque Él le ha revelado visiones desde la niñez mientras que yo no he tenido nada de eso. ¿QUÉ?
Estoy aterrado que el cristianismo no sea real (y que he estado perdiendo mi tiempo siendo un ministro cuando ni siquiera estoy seguro de eso), estoy desanimado, y me siento tan rechazado.
R: Permítame responder a su pregunta de esta manera. Mateo 7:7-8 es una promesa que garantiza la vida eterna, no es una revelación de Dios. Cuando le pedimos a Dios que perdone nuestros pecados y nos otorgue un lugar en Su Reno, Él no hace.
Si usted quiere una confirmación de que Dios es real, hay una manera de hacerlo. Pero no es rogándole a Él que se le demuestre a usted. Romanos 1:18-20 dice que él ya ha hecho eso.
Si usted quiere estar convencido sin lugar a dudas que Dios es real, empiece a estudiar la profecía. No estoy hablando sobre los tiempos finales aquí. Estoy hablando acerca de las miles de profecías que Él ya ha cumplido. Lea Isaías 44:6-7:
“Así dice el SEÑOR Rey de Israel, y su Redentor, el SEÑOR de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.
¿Y quién proclamará lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir.
Aquí el Señor dijo que una de las dos pruebas que cualquiera que diga ser Dios debe cumplir es declarar la historia por adelantado. La otra es declarar el futuro por adelantado. Nosotros no podemos verificar el futuro pero sí podemos verificar el pasado. Podemos demostrar que Dios existe al ver si lo que Él dijo que sucedería realmente sucedió.
Aquí hay un ejemplo. ¿Dijo Él que después de un prolongado período cuando Israel no existía en el mundo, la nación reaparecería un día? Eso fue algo que ninguna nación antigua ha hecho, y sin embargo, Él dijo que Israel lo haría. ¿Lo hizo? Hay miles de otros ejemplos. En un solo capítulo, Daniel 11, hay más de 135 profecías cumplidas que han sido validadas históricamente
En Jeremías 29:13 Él prometió que lo podemos encontrar si lo buscamos de todo corazón. Buscarlo a Él no es permanecer en donde estamos y rogarle que se nos aparezca. Es ir a buscarlo diligentemente, y el lugar en dónde encontrarlo es en este mundo.
En Isaías 45:19 Él dijo:
“No hablé en secreto, en un lugar oscuro de la tierra; no dije a la descendencia de Jacob: En vano me buscan. Yo soy el SEÑOR que hablo justicia, que anuncio rectitud.”
Nosotros no lo buscamos en vano cuando lo buscamos a Él en lo que Él ha hablado. Siendo usted un ministro, quizás Él quiere que usted lo conozca más a través de Su palabra. De esa manera usted puede ser más afectivo en ayudar a otras personas a hacer lo mismo, en vez de depender de experiencias personales que usted no puede duplicar para ellas. Y lo mejor de todo es que usted tendrá una fe inquebrantable basada en la lógica, no sujeta a los caprichos de las emociones. En otras palabras, usted tendrá tanto el entusiasmo como el conocimiento.