¿Por qué es tan difícil de ver?

Q

Jueves 22 de agosto de 2024

P: Estaba conversando con un amigo que cree totalmente en la salvación condicional y básicamente eso acabó en una discusión. Una de las cosas que él mantenía exponiendo era el hecho de que tenemos que arrepentirnos de nuestros pecados y por eso es que es condicional. Honestamente, yo fui criada para pedir siempre perdón por mis pecados y lo hago y yo creo que usted ha dicho que el pedir es más para beneficio nuestro. Yo creo que mi preguntas son ¿qué si usted peca y luego muere antes de tener la oportunidad de pedir perdón? Y ¿por qué es tan difícil que las personas vean que una vez que somos salvos siempre somos salvos?

A

R: En Efesios 1:13-14 Pablo dijo que el Espíritu Santo fue sellado en nosotros cuando creímos la primera vez, como un depósito que garantiza nuestra herencia. Así que en el momento en que creímos nuestra salvación fue garantizada para siempre. Pero hay más de nuestra vida con Dios que solamente la salvación en la eternidad. También tenemos una relación con Él en el aquí y en el ahora.

Arrepentirse significa cambiar de manera de pensar y admitir que uno es un pecador. No significa dejar de pecar. A pesar de que tratamos de no hacerlo, todas las personas creyentes aún pecan, y cuando lo hacemos eso tensa nuestra relación terrenal. Con eso yo quiero decir que podemos dejar de recibir las bendiciones que de otra forma tendríamos, y que nuestra comunicación con el Señor se detiene temporalmente. Al confesar nuestros pecados, restablecemos esa relación porque la confesión nos purifica de toda injusticia (1 Juan 1:9).

Dicho lo anterior, Colosenses 2:13-14 nos dice que Jesús perdonó todos nuestros pecados en la cruz. Eso significa todos los pecados de nuestras vidas fueron limpiados, pasados, presentes y futuros. Por consiguiente, es imposible morir dejando algún pecado sin haber sido perdonado. Hebreos 10:14 dice que por un solo sacrificio Él nos hizo perfectos para siempre. Es por eso que nuestra salvación puede ser garantizada. Entonces, la razón por la que confesamos no es para volver a ganar nuestra salvación eterna sino para evitar la interrupción de nuestra relación terrenal con el Señor.

Piénselo de esta manera. El comportamiento suyo tensa su relación con su padre terrenal y puede haber momentos en que usted no esté recibiendo su bendición debido a eso. Pero usted nunca dejará de ser la hija de su papá. Lo mismo es con el Señor.