¿Por qué pedir perdón si ya somos salvos?

Q

Miércoles 17 de julio de 2019

P: Estaba hablando con un amigo y él cree firmemente que uno puede perder su salvación. Le dije que la salvación no puede ser arrebatada de las manos de Dios, y él estuvo de acuerdo. Luego dijo que solo funcionaría de esa manera si uno no pecaba. Afirmó que esa era la razón por la cual las personas van y se arrepienten todos los días y todas las noches, para volver a ser santos y estar seguros de su salvación. Básicamente, afirmó que “trabajamos” para nuestra salvación día y noche por medio de la oración. Qué debo decirle, porque estoy un poco intimidado.

Además, ¿por qué oramos por nuestro perdón todos los días si ya somos salvos?

A

R: Muchos creyentes no entienden que nuestra relación con el Señor tiene dos facetas. La primera es nuestra salvación, eterna e incondicional. A eso yo lo llamo Unión. Garantiza nuestro lugar en el cielo. La segunda es nuestra relación con Dios. Está en el aquí y en el ahora y es condicional. A eso yo lo llamo Comunión. Hace posible poder recibir todas nuestras bendiciones terrenales.

Estas dos facetas están simbolizadas en la parábola del Hijo Pródigo. A lo largo de toda la historia siempre fue el hijo de su padre. Eso nunca dejó de ser, ni pudo dejar de serlo. El hijo pródigo tenía unión con su padre por medio de su nacimiento. Pero mientras estuvo viviendo su vida de pecado, no le hizo ningún bien. Debido a sus acciones, había suspendido la relación. En el momento en que recobró el sentido y confesó su pecado, fue restaurado como si nada hubiera pasado.

Cuando nos convertimos en personas creyentes, obtenemos la unión con el Señor por medio de nuestro segundo nacimiento. Nada puede eliminar eso nunca. Pero mientras estamos viviendo una vida de pecado, la misma no nos hace bien, porque con nuestras acciones hemos suspendido la relación. En el momento en que confesamos nuestros pecados, somos restaurados como si nada hubiera pasado.

Orar la oración del pecador una vez nos trajo la unión con Dios para siempre. Orar 1 Juan 1:9 cuando pecamos nos mantiene en comunión todos los días.