En una conmovedora revelacion personal, Pablo admitio que era incapaz de vivir una vida libre de pecado y termino exclamando, «?Miserable de mi! ?Quien me librara de este cuerpo de muerte?» (Romanos 7:18-24).
A pesar de que el nos mostro que Dios no nos responsabiliza por nuestros pecados, sino que se los atribuye a la naturaleza pecaminosa que llevamos temporalmente en nuestro cuerpo (Romanos 7:20), el todavia estaba lleno de remordimiento por su incapacidad de vivir una vida libre de pecado. Solamente fue el darse cuenta de que ya no hay ninguna condenacion para los que estan en Cristo (Romanos 8:1) lo que le ayudo a tolerar su debilidad.
Dicho eso, Pablo nunca dejo de advertirnos de vivir una vida de una manera que complazca a Dios. Mientras estamos en la Tierra nunca seremos perfectos, pero el ser salvos y salvas es lo que nos hace ser miembros de la familia real de Dios (Galatas 4:4-7). Somos hijos e hijas del Rey del Universo y por eso tenemos la responsabilidad de actuar en consecuencia.
Pablo nunca dijo que debemos comportarnos de una cierta manera para recibir o mantener nuestra salvacion. Lo que el dijo fue, «En todo caso, vivamos de acuerdo con lo que ya hemos alcanzado» (Filipenses 3:16).