Su punto no era decirnos que nuestra lujuria o enojo nos condenaria, sino mostrarles a los judios, en especial a los fariseos, que guardar la ley en su comportamiento era insuficiente para lograr la justicia, porque Dios nos juzga por las intenciones de nuestro corazon. Ellos creian que si controlaban lo suficiente su comportamiento podian hacerse justos. El dijo que si uno siquiera piensa en pecar eso es tan malo como si uno hubiera pecado.
Nadie puede prevenirse a si mismo de pensar sobre pecar, especialmente si la persona esta durmiendo en ese momento, porque nadie puede salvarse a si mismo. Cuando Jesus fue a la cruz El llevo consigo tanto los pecados de comportamiento como los pecados de intencion y pago por todos ellos. Una vez que hemos aceptado Su muerte como el pago por nuestros pecados, ya no tenemos que preocuparnos de ellos mas.