Asi tambien ustedes, las esposas, respeten a sus esposos, a fin de que los que no creen a la palabra, puedan ser ganados mas por la conducta de ustedes que por sus palabras, cuando ellos vean su conducta casta y respetuosa. Que la belleza de ustedes no dependa de lo externo, es decir, de peinados ostentosos, adornos de oro o vestidos lujosos, sino de lo interno, del corazon, de la belleza incorruptible de un espiritu carinoso y sereno, pues este tipo de belleza es muy valorada por Dios. Porque asi era la belleza de aquellas santas mujeres que en los tiempos antiguos esperaban en Dios y mostraban respeto por sus esposos. Por ejemplo, Sara obedecia a Abrahan y lo llamaba senor. Y ustedes son sus hijas, si hacen el bien y viven libres de temor (1 Pedro 3:1-6).
A eso yo le agrego, «Ore sin cesar.» Al final su esposo decidira la naturaleza de su relacion con el Senor, pero la oracion cambia las cosas. Mientras tanto, recuerde, usted no esta haciendo estas cosas para su esposo porque el las merece, sino porque eso le agrada al Senor. Lo menos que usted puede recibir por hacer eso es una recompensa eterna, pero usted puede perfectamente terminar disfrutandola con el,
A proposito, para los esposos creyentes de esposas incredulas que estan leyendo esto, sus pasajes biblicos son Efesios 5:25-31 y 1 Pedro 3:7.